La resistencia la insulina es un síndrome que puede generar graves afectaciones de salud. Se produce cuando las células de los músculos, grasa e hígado no responden bien a las funciones de esta hormona y como consecuencia no pueden absorber fácilmente la glucosa que se encuentran en la sangre.
La insulina es producida por el páncreas y una de sus principales funciones es ayudar a que el azúcar entre a las células y de allí el cuerpo pueda obtener energía, explica el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales, de Estados Unidos.
Cuando los niveles de glucosa en la sangre aumentan después de comer, el páncreas libera insulina para que ésta mantenga los niveles normales de glucosa. Si una persona tiene resistencia a la insulina, es más difícil que pueda mantener estables los niveles de azúcar.
De acuerdo con la mencionada fuente, son más propensas a enfrentar el síndrome de resistencia a la insulina las personas que tienen sobrepeso u obesidad, son mayores de 45 años, tienen algún familiar con diabetes y no realizan actividad física.
También son factores de riesgo padecer de enfermedades como presión arterial y colesterol altos, tener historial de diabetes gestacional y de enfermedad cardíaca o accidentes cerebrovasculares.
Cuando una persona sufre de resistencia a la insulina, puede correr el riesgo de desarrollar prediabetes, lo que significa que los niveles de glucosa en la sangre son más altos de lo normal, pero no lo suficientemente altos para ser diagnosticados como diabetes.
“La prediabetes usualmente ocurre en personas que ya tienen cierta resistencia a la insulina o cuyas células beta en el páncreas no están produciendo suficiente insulina para mantener la glucosa en la sangre en el rango normal. Sin suficiente insulina, la glucosa adicional permanece en el torrente sanguíneo en lugar de entrar a las células. Con el tiempo, una persona podría desarrollar diabetes tipo 2″, precisa el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales.
En el proceso de prevenir que una persona presente resistencia a la insulina, es clave la alimentación, según el portal Healthline, el cual indica que es mejor elegir alimentos integrales sin procesar y evitar alimentos altamente procesados y preparados.
En ese sentido, la entidad señaló que los alimentos que se deberían evitar son los panes blancos, las sodas, pastas y arroces.
Estas son algunas formas en las que se puede prevenir esta afección:
Dormir bien: la falta de sueño puede ser perjudicial y aumentar el riesgo de infecciones, enfermedad cardiaca y diabetes tipo 2. De acuerdo con Healthline, diversos estudios también han vinculado la falta de sueño con una menor sensibilidad a la insulina, por lo que dormir bien y el tiempo recomendado por los expertos ayuda a mejorar esta condición.
Alimentación saludable: Se deben elegir alimentos que no contribuyan al problema del aumento de los niveles de glucosa en la sangre. Por ello, se deben evitar, por ejemplo, los carbohidratos, ya que estos estimulan una gran cantidad de secreciones de insulina después de comer. Lo ideal es consumir alimentos naturales, no procesados, como carnes, frutas, verduras y grasas monoinsaturadas, como las nueces, mantequilla de maní, aceite de oliva y aguacate, según información del sitio web, de estilo de vida, unCOMO.
Hacer más ejercicio: La actividad física regular es una de las mejores maneras de aumentar la sensibilidad a la insulina. Ayuda a mover el azúcar hacia los músculos para su almacenamiento, y promueve un aumento de la sensibilidad a esta hormona, que dura de dos a 48 horas, dependiendo del nivel de ejercicio, precisa Healthline.
Comer más fibra soluble: La fibra soluble es responsable de muchos de los beneficios como reducir el colesterol y el apetito. Evidencia científica ha encontrado un vínculo entre un consumo alto de fibra soluble y el aumento de la sensibilidad a la insulina.