El insomnio es un trastorno del sueño frecuente que puede causar dificultad para conciliar el sueño, mantenerlo, o puede hacer que la persona se despierte demasiado temprano y no pueda volver a dormir, de acuerdo con Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.
Además, explicó que en algún punto, muchos adultos experimentan insomnio a corto plazo (agudo), que dura unos días o algunas semanas y por lo general, se debe a estrés o a un acontecimiento traumático, pero algunas personas sufren insomnio a largo plazo (crónico) que dura un mes o más y el insomnio puede ser el problema principal o puede estar asociado a otras afecciones o a medicamentos.
Adicional, es importante señalar que algunos alimentos pueden provocar insomnio, ya que estimulan el sistema nervioso central y esto podría dificultar el sueño.
Por ello, el portal portugués de salud, nutrición y bienestar Tua Saúde reveló los alimentos que podrían generar insomnio son: café, bebidas energéticas, refrescos de cola, guaraná, té negro, té mate, té verde, jengibre, pimienta, chocolate y asaí.
“Estos alimentos deben evitarse preferiblemente a partir de las 16 horas, porque así el cerebro tiene el tiempo necesario para recibir los impulsos eléctricos para la regulación del sueño, garantizando una buena noche de sueño”, explicó el portal portugués.
Asimismo, añadió: “es importante evitar alimentos fritos, con mucha grasa, azúcares refinados o comidas muy copiosas cerca de la hora de dormir, debido a que podrían causar indigestión y afectar el sueño, debiendo cenar dos a tres horas antes de acostarse”.
De otro lado, el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre de Estados Unidos, puntualizó otras recomendaciones para evitar el insomnio:
- Hacer que la habitación sea adecuada para dormir. Dormir en un lugar fresco, tranquilo y oscuro. Evitar mirar TV o dispositivos electrónicos, ya que la luz de estas fuentes pueden alterar el ciclo de sueño-vigilia.
- Ir a dormir y despertarse aproximadamente a la misma hora todos los días, incluso los fines de semana.
- Evitar la nicotina y el alcohol cerca de la hora de ir a dormir. Si bien el alcohol puede permitir conciliar el sueño más fácilmente, puede provocar un sueño que tiende a ser más liviano que lo normal.
- Hacer actividad física en forma regular durante el día, al menos cinco a seis horas antes de ir a la cama, ya que realizar ejercicio más cerca de la hora de dormir puede ocasionar más dificultades para conciliar el sueño.
- Evitar las siestas, especialmente por la tarde. Posiblemente, esto ayude a que se duerma más tiempo por la noche.
- Comer a horarios regulares y evitar las cenas a altas horas de la noche.
- Limitar la cantidad de agua que se bebe cerca del horario de acostarse, porque esto puede ayudar a que se duerma más tiempo sin tener que ir al baño.
- Aprender nuevas formas de manejar el estrés. Se puede seguir una rutina que ayude a desconectar y relajar antes de ir a dormir, como, por ejemplo, leer un libro, escuchar música tranquila o tomar un baño caliente. Asimismo, algunos médicos también recomiendan masoterapia, meditación, o yoga. La acupuntura también puede ayudar a mejorar el insomnio, especialmente en adultos mayores.
- Evitar determinados medicamentos de venta libre y con receta que puedan alterar el sueño, como, por ejemplo, algunos medicamentos para el resfrío y la alergia.
De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y por ello lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.