“El infarto de miocardio (IM) es, junto a la angina de pecho, un tipo de cardiopatía isquémica, (CI) es decir, una enfermedad provocada por el deterioro y la obstrucción de las arterias del corazón (arteriosclerosis coronaria)”, explica Cardioalianza, una asociación sin ánimo de lucro que agrupa a 16 organizaciones de pacientes con enfermedades cardiovasculares (ECV) en España.
Añade que un infarto se produce cuando hay una acumulación de placas de colesterol, lípidos y células inflamatorias en las paredes de estas arterias, lo cual provoca que el corazón no reciba la sangre que necesita. De acuerdo con la asociación, a diferencia de la angina de pecho (AP), el IM aparece de “forma brusca” y producto de la obstrucción completa de alguna de las arterias del corazón, debido a la formación de un coágulo.
“Las células cardiacas de la zona afectada mueren, como consecuencia de la falta de riego sanguíneo. El daño es irreversible”, anota.
Sin importar la edad, cualquier persona puede sufrir un infarto de miocardio, sin embargo no todo el mundo presenta el mismo riesgo a sufrirlo. Una persona con problemas del corazón o con antecedentes cardiovasculares y los adultos mayores son más propensos.
Cualquier persona puede sufrir un Infarto de Miocardio, pero no todas tienen el mismo riesgo. Tienen más probabilidades aquellas con problemas de corazón o que han sufrido un evento cardiovascular, así como las de edad avanzada y las que presentan más factores de riesgo. Cardioalianza explica que “el IM suele tener lugar a primera hora de la mañana, aunque puede aparecer en cualquier momento del día”.
Estas son las causas que pueden provocar un infarto al miocardio, descritas por la asociación española:
- Obstrucción de las arterias coronarias que suministran sangre al corazón, debido a la acumulación de grasa en sus paredes (Arteriosclerosis).
- Coágulo de sangre que obstruye una arteria coronaria, que se ha hecho estrecha debido a una placa de grasa (Atero-trombosis).
- Contracción que estrecha una arteria coronaria e impide el paso de la sangre y que ésta llegue a parte del corazón.
- Enfermedades crónicas de corazón, como las arritmias y la insuficiencia cardíaca.
- Factores de riesgo como la hipertensión, la diabetes, un estilo de vida sedentario, el tabaco, etc.
Deja en claro que la sintomatología puede variar según el paciente y es muy similar a la AP, pero su intensidad y duración cambia. El síntoma más común es un dolor muy fuerte y opresión en el pecho, que puede aparecer de forma brusca o durante el ejercicio, que puede estar acompañado de dolor en otras partes del cuerpo como mandíbula, cuello, espalda, brazo izquierdo o zona abdominal. “El dolor no desaparece en reposo, ni varía con movimientos ni con la respiración”, destaca Cardioalianza.
Mareo intenso, sudor, cansancio inexplicable, latidos anormales del corazón, dificultad para respirar, náuseas y vómitos son otros síntomas que se pueden presentar. Respecto a la duración, la asociación explica que un infarto puede presentar dolor por más de 20 minutos.
Alberto Vázquez reseña en un artículo publicado en la edición número 115 de la revista Salud y Corazón de la Fundación española del Corazón los 10 alimentos que más benefician a este órgano vital, los cuales podrían evitar la llegada de un infarto y son descritos a continuación:
1. Nueces: Sus altos niveles de ácidos grasos Omega-3 son ideales para cuidar la salud del corazón, es tildado por el especialista como un alimento “estelar”.
2. Brócoli: Este vegetal es rico en ácido fólico, zinc, hierro, calcio, vitamina K, antioxidantes, lo que lo convierten en un alimento ideal para reducir el riesgo de accidentes vasculares.
3. Chocolate negro: Ayuda a restaurar la flexibilidad de las arterias y evita que los leucocitos se peguen a las paredes de los vasos sanguíneos.
4. Fresas: Los flavonoides presentes en este fruto de color rojo contribuyen en la dilatación de las arterias, protegen el endotelio (la capa interior de los vasos sanguíneos) y controlan la tensión arterial.
5. Curry: La curcumina, un potente antioxidante presente en este condimento, reduce las probabilidades de sufrir insuficiencia cardíaca e hipertensión por sus propiedades antiinflamatorias.
6. Té verde: Vázquez afirma que tan solo una o dos tazas de té verde al día ayudan a prevenir enfermedades cardiovasculares, pues contribuyen en la disminución de los niveles altos de grasa en la sangre.
7. Aceite de oliva: La Fundación Española del Corazón describe que la ingesta diaria de aceite de oliva ayuda a proteger la salud cardiovascular debido a su contenido de ácidos grasos y antioxidantes.
8. Salmón: Ayuda a reducir los niveles de colesterol y triglicéridos e incrementa la fluidez de la sangre, al mejorarse la elasticidad de las paredes arteriales.
9. Vino tinto: El etanol y los polifenoles tienen efectos beneficiosos sobre las moléculas inflamatorias causantes de la ateroesclerosis.
10. Legumbres: Diferentes estudios avalan que sus proteínas de excelente calidad y su poca grasa favorecen unos saludables niveles de colesterol en sangre.