El interés de las personas es estar sanas y contar con un buen estado físico que les permita desenvolverse con facilidad en los distintos ámbitos de la vida: en el trabajo, en la escuela y en sus espacios de ocio. No tener la energía o la salud adecuadas para realizar estas actividades suele implicar una desmejora en la calidad de vida.
Por ello, es normal que se acuda al médico y se busquen opciones para propiciar el bienestar tanto físico como mental. Entre las primeras recomendaciones que entregan los médicos para lograrlo se lista mantener una alimentación balanceada, en la cual se incluyan ingredientes de todas las clases en las cantidades sugeridas.
En el menú del día, indican los expertos, es indispensable incluir una que otra fruta, puesto que estas son especialmente ricas en micronutrientes esenciales, como las vitaminas y minerales, que necesita el cuerpo para funcionar correctamente.
Pero, además, una de las cualidades de la familia de las frutas es que ofrece una diversa gama de sabores, olores y texturas para elegir y aprovechar sus beneficios. En esta bandeja de posibilidades se encuentra el melón, el cual se caracteriza por su frescura y dulzor, pero además por tener un importante valor nutricional.
Según la Fundación Española para la Nutrición, el cultivo del melón es originario de la India, desde donde se extendió luego a otras regiones y tuvo diferentes variaciones en su especie, por lo que se conocen presentaciones más grandes y otras más pequeñas de esta fruta, siendo las más populares: “Futuro, Categoría, Piel de sapo, Tendral, Money Dew, Galia, Charentais y Cantaloupe”, especifica la entidad.
Así es, más de un tipo de melón, pero con características nutricionales similares. La organización detalla que una porción de 100 gramos de este alimento puede contener más de un 90 % de agua, de ahí que aporte una sensación hidratante su consumo; además, es una fuente principal de vitamina C, aportando hasta el 75 % de la cantidad sugerida al día, y de minerales como el potasio, fundamental para la estructura muscular, la salud ósea y el sistema nervioso.
La principal cualidad que hace de esta fruta un ingrediente idóneo para complementar la primera comida del día es su contenido de azúcar, el cual es significativamente menor al de otros miembros de su familia. A eso se suma la posibilidad de disfrutarla tanto en su estado natural, como procesada a modo de bebida.
Gracias a su aporte de agua, el consumo de esta fruta tiene un efecto estimulante para el proceso de desintoxicación del organismo, lo que se traduce a su vez en la protección de la piel frente a la aparición de manchas asociadas a sustancias nocivas, como complementan desde la revista The Gourmet Journal. Al propiciar la eliminación de líquidos del cuerpo, contribuye a su vez al mantenimiento de la salud de los riñones.
Adicionalmente, al melón se le confieren propiedades para el mantenimiento de la estructura ósea, debido a que contiene ácido fólico, según indica un artículo de El Universal, un compuesto que interviene en la formación y el crecimiento del ser humano.
Entre el listado de razones para comer melón, compartido por la sección de agricultura del sitio web oficial del Gobierno de México, se explica que esta fruta también tiene una acción laxante, por lo que se recomienda para combatir molestias como el estreñimiento y para mejorar el tránsito digestivo. Asimismo, indicaron que, como parte de una dieta adecuada, el consumo de esta fruta puede tener efectos positivos en la prevención de enfermedades complejas como el cáncer.
De ninguna manera este artículo reemplaza las recomendaciones de los profesionales, por lo que se sugiere consultar al médico antes de realizar un cambio drástico en la alimentación.