Además de los tratamientos médicos que incluyen medicamentos, existen algunos productos naturales que pueden ayudar a las personas a superar algunas situaciones que se pueden presentar en la salud y a evitar mayores complicaciones.
Varias de esas afectaciones son, por ejemplo, el colesterol malo, que hace que las arterias se endurezcan y se estrechen, lo que deriva en una disminución o el bloqueo del normal flujo de sangre al corazón, por lo que no llega el oxígeno requerido.
El colesterol es descrito por la Fundación española del Corazón como las partículas de grasa que transitan en el organismo, siendo la mayor parte de este generado en el hígado. Dos clasificaciones lo sitúan entre el bueno (HDL) y malo (LDL) y la alimentación toma un rol central para mejorar sus niveles y mantener el equilibrio en la salud.
Debido a esa situación, se puede presentar lo que se conoce como angina, que es dolor de pecho. En casos más graves, si el flujo de sangre está completamente bloqueado, puede llevar a un ataque al corazón.
Aunque el colesterol HDL no es malo, el LDL en altos niveles es perjudicial para la salud. Uno de los factores que más incide en su incremento es el consumo de todo tipo de alimentos ricos en grasa trans o saturada, que se evidencia en alimentos fritos u horneados, por ejemplo.
Es importante tener en cuenta que una simple muestra de sangre puede determinar el nivel de colesterol, incluyendo el LDL, por eso se debe acudir al médico para practicarse esa prueba.
Es entonces que las instituciones de salud instan a cambiar hábitos dañinos por saludables, haciendo pequeñas modificaciones en el plan de alimentación, como por ejemplo: en vez de consumir un puñado de papas fritas, se puede elaborar una ensalada de aguacate, un alimento predilecto en grasas insaturadas (buenas).
Muchos son los alimentos naturales que pueden ayudar a reducir el colesterol, y así lo constata la institución americana de ciencia y salud que da a conocer una lista de alimentos útiles para tal fin. Uno de ellos es la piña, que según el portal web Bienestar 180, explica que el té de piña, canela y jengibre tiene múltiples beneficios para la salud, entre ellos, nivelar el colesterol y los triglicéridos, controlar el peso, nivelar el azúcar en sangre, entre otros. Incluso, un estudio de la Universidad de Columbia, en la que participaron 10 hombres con sobrepeso, evidenció que el jengibre aumenta la saciedad y reduce el hambre.
Por otra parte, un estudio de la Academia China de Ciencias Agrícolas Tropicales, también encontró que la piña contiene grandes cantidades de antioxidantes, flavonoides y ácidos fenólicos, los cuales pueden combatir el estrés oxidativo libre que causan la inflamación crónica y fortalece el sistema inmunológico débil.
¿Cómo prepararla?
Así las cosas, para obtener los beneficios se deben licuar una rodaja de piña gruesa de aproximadamente 2 cm; una taza de té de espinaca cruda; 1/3 taza de té de arándanos frescos y un pepino mediano. Además, debe consumirse inmediatamente para que no pierda las propiedades y, preferiblemente en ayunas.
No obstante, es importante saber elegir una buena piña y para saber cuándo la piña está lista para comer hay que fijarse en varias cosas: por un lado, las hojas deben estar verdes, si están cafés o con aspecto seco es que no está madura del todo o se ha pasado, además las hojas deben desprenderse con facilidad. Si al tocarla los dedos se hunden significa que la piña está pasada, tiene que estar dura y debe pesar, ya que tiene mucho jugo en su interior. El color debe ser amarillento tirando a dorado, si tiene muchas zonas verdes es que todavía no está en su punto.