La combinación de miel con cúrcuma constituyen un remedio natural y uno de los más potentes antibióticos dentro de la herbolaria. A esta mezcla también se le conoce como miel dorada (Golden Honey) y se ha utilizado durante miles de años.
La miel combate eficazmente las infecciones, sin los efectos adversos que pueden causar algunos antibióticos convencionales. Al respecto, un estudio de la Universidad de Oxford, publicado en BMJ Evidence-Based Medicine, la miel es una alternativa poderosa a los fármacos, pues es igual de beneficiosa y contiene menos efectos secundarios cuando se trata de enfermedades suaves como la gripa o la tos.
La miel es un alimento completo que aporta un gran número de nutrientes. El consumo de miel ayuda a mantener la piel sana, evitar el estreñimiento y mejorar el sueño, entre otros, gracias a los nutrientes como el calcio, cobre, hierro, magnesio, manganeso, zinc, fósforo y potasio, además de aminoácidos, ácidos orgánicos, vitaminas B, C, D y E, y antioxidantes que posee.
Por su parte, la cúrcuma, denominada “milagro natural” y conocida en la medicina Ayurveda por su gran cantidad de beneficios para la salud, cuyos compuestos más importantes son los curcuminoides, a los cuales se le atribuyen propiedades curativas, antioxidantes, antiinflamatorias, antisépticas, antibacterianas y antifúngicas.
Hasta un tiempo después, la medicina occidental ha empezado a explorar también las propiedades de la cúrcuma como un agente curativo y analgésico.
Asimismo, a la curcumina se le concede un poder antioxidante que contribuye a disminuir el efecto que provocan los radicales libres a las células, lo que la convierte en una aliada para prevenir el cáncer.
¿Cómo preparar la miel con cúrcuma?
Uno de los medicamentos ayurvédicos más tradicionales contiene cúrcuma y miel como dos de sus ingredientes activos, los cuales estimulan la producción y la funcionalidad de las células inmunitarias.
Ingredientes:
- 1 cucharada de cúrcuma molida.
- ¼ taza de miel cruda.
- 2 gotas de aceite esencial de limón (opcional).
Preparación:
Mezclar los ingredientes, revolver muy bien y cubrir. Guardar la mezcla a temperatura ambiente y revolver antes de cada uso.
Para combatir la gripe o un resfriado, se recomienda tomar media cucharadita de la mezcla, dos o tres veces al día.
¿Cómo utilizarla?
A pesar de ser un alimento seguro, incluso en dosis altas, se recomienda tomar precauciones a la hora de tomarla o comerla, ya que puede tener algunas contraindicaciones. Cabe prestar atención, por ejemplo, a la constancia con la que se consume.
Algunos de los riesgos de su consumo excesivo son:
- De acuerdo con un Informe del Comité Científico de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), consumir curcumina en exceso puede dificultar la absorción del hierro en el organismo, ya que suprime la síntesis de hep-cidina hepática, que es uno de los péptidos regulador del metabolismo de hierro.
- Aunque ayuda a aliviar molestias hepáticas, algunos expertos desaconsejan un consumo de cúrcuma a dosis altas o en tratamientos prolongados, pues puede tener el efecto contrario y provocar daño hepático.
- No se recomienda la curcumina cuando se padece obstrucción biliar o se sufren cálculos biliares o en caso de estar bajo tratamientos con anticoagulantes y antiplaquetarios, como la warfarina o incluso la aspirina, puesto que la curcumina ejerce una pequeña acción anticoagulante y podría potenciar su efecto.
- No se recomienda su consumo durante el embarazo o la lactancia. La razón es que la curcumina puede estimular el flujo menstrual.