Cuando los pies han recibido toda la carga del día suelen ponerse pesados y con sensación de dolor. Para disminuir esas molestias es bueno poner en práctica algunas terapias de relajación que le ayudarán a descansar después de haber terminado la jornada laboral.
Los pies y los problemas de circulación
De acuerdo al portal ciidaterplus.marca.com, el cansancio puede tener dos orígenes: muscular y vascular.
“Tenemos que tener en cuenta que cada uno de nuestros pies soporta el doble de nuestro peso en cada paso que damos. Así, cuando realizamos una caminata de 10 kilómetros, hemos aguantado en ellos varias toneladas de carga”, comenta Juan Carlos Montero Arroyo, podólogo y vocal de comunicación del Ilustre Colegio Profesional de Podología de la Comunidad de Madrid (Icopoma).
Además, hay que tener en cuenta que existen algunos factores que pueden acentuar esa fatiga que se puede sentir en los pies, como lo son un exceso de peso, una mala pisada, un traumatismo o un calzado inadecuado. Por otra parte, el estrés es otra causa del cansancio en los pies, pues contribuye a tener una musculatura con más contracturas.
¿Por qué es bueno sumergir los pies en agua caliente?
Sumergir los pies en agua caliente ayuda a dilatar los vasos sanguíneos para que la sangre pueda circular mejor. Es así como se convierte en la mejor manera de aliviar momentáneamente las molestias que se presentan en los pies cansados.
Al reducir la sensación de dolor, pesadez y cansancio se reducen los calambres en las piernas, describe un artículo publicado por el National Library of Medicine.
El agua caliente relaja los músculos del cuerpo debido a que dilata los vasos sanguíneos, causando que haya una mayor oxigenación y además ayuda a desinflamar los pies.
Algunas personas acostumbran agregar al agua hojas de eucalipto para disminuir el estrés, ya que promueve la relajación.
Al aumentar la circulación sanguínea se eliminan las sustancias químicas que causan el dolor y que se acumulan en los tejidos
Lo más aconsejable es remojar los pies en agua caliente antes de acostarse. Prepare dos recipientes, uno con agua caliente y otro con agua fría, Coloque una cucharada de sal gruesa y 10 gotas de esencia de lavanda o de eucalipto, asegúrese de que queda todo muy bien mezclado.
Sumerja sus pies primero en el recipiente con agua caliente, déjelos reposar durante unos 10 a 15 minutos y luego páselos al recipiente con agua fría y deje reposar durante 5 minutos.
Finalmente, masajee suavemente sus pies con las manos utilizando crema hidratante y sentirá la sensación de relajación en sus pies.