El kéfir consta de pequeños granos que ayudan a fermentar ciertas bebidas como agua, té o leche. El producto obtenido se llama agua o leche de kéfir. Todas las bebidas preparadas con este ingrediente son consideradas probióticas, es decir, que contienen microorganismos vivos cuya ingestión aporta beneficios para la salud del organismo.

El kéfir de agua se utiliza principalmente para adelgazar, desintoxicar el organismo, proteger el sistema inmunológico y regular la digestión. Teniendo en cuenta estas propiedades, ese producto se ha vuelto muy popular en todo el mundo y un buen aliado para quienes siguen una dieta natural y saludable.

Según el portal Cuerpo Mente, esta bebida ayuda a mejorar la digestión, reduce la inflamación y combate los malestares intestinales. De igual forma, se le atribuyen beneficios para depurar la sangre, lo que hace que mejore el estado de la piel y el bienestar en general, a la vez que aporta microorganismos vivos que permanecen activos en el intestino, equilibrando la flora intestinal.

Información del portal Bon Viveur, especializado en temas de gastronomía y bienestar, indica que este alimento es ideal para cuidar la microbiota previniendo y ayudando a tratar diversas enfermedades y problemas a nivel de los intestinos, como por ejemplo la diarrea, el estreñimiento, enfermedad inflamatoria intestinal (EII) y enfermedad de Crohn (EC), entre otras.

Otra de las bondades que se le atribuyen es que ayuda a mejorar la digestión. Dependiendo de cuánto tiempo estén los granos de kéfir en agua. Pueden actuar como laxante si se mantienen durante 24 horas en agua o se pueden usar como astringentes cuando se fermentan durante un mayor tiempo.

Antibiótico

El kéfir cuenta con propiedades antibióticas y antibacterianas, ya que libera ácidos grasos que sirven para combatir la actividad de agentes infecciosos como hongos, virus y bacterias, que penetran en el organismo.

De acuerdo con los especialistas, esta bebida también puede ayudar a reducir el colesterol y la presión arterial. Según Bon Viveur, hay estudios que prueban estos beneficios.

Gracias a las distintas bacterias benéficas que contiene, como streptococcus y lactobacillus, también es capaz de mejorar y potenciar el sistema inmune. Así mismo, favorece la pérdida de peso. El agua de kéfir mejora la digestión y ayuda a acelerar el metabolismo, favoreciendo las dietas de las personas que están interesadas en adelgazar de forma natural y saludable.

Información del portal portugués de bienestar y salud Tua Saúde, el kéfir es un alimento bajo en calorías, ya que 100 gramos solo aportan 37 calorías, siendo una buena opción para usar en las dietas. Se puede utilizar para sustituir la leche o el yogur, siendo una excelente opción para quien sufre de problemas digestivos y quienes son intolerantes a la lactosa.

Lo ideal es consumir esta bebida vez al día, en el desayuno o en una merienda, por ejemplo. Para que el sabor quede más agradable se puede endulzar con un poco de miel o añadir frutas como banano o fresa, en forma de batido.

Sin embargo, es importante tener claro que para que este producto pueda generar un verdadero efecto debe consumirse en el marco de una dieta saludable y equilibrada, además de realizar actividad física de manera regular.

De igual forma, la fermentación del kéfir causa una pequeña producción de alcohol, por lo que puede resultar perjudicial para personas que tengan problemas con el hígado graso.

¿Cómo prepararlo?

El proceso para elaborar esta bebida es sencillo y se puede hacer con o sin azúcar. Es necesario conseguir los nódulos de kéfir de agua, conocidos como tíbicos, que no son los mismos que se usan para el kéfir lácteo. Se requiere un recipiente de medio litro con tapa y tela de cualquier estilo. Se hace la mezcla, dependiendo de la cantidad que se quiera preparar, se le puede añadir azúcar si se desea y se cubre con la tela, se tapa y se deja en reposo de uno a dos días, en un lugar seco y oscuro.

Para la versión sin azúcar, es necesario agregar dátiles deshidratados, higos secos o miel de agave. Una vez listo, se cuela y se reservan los nódulos para futuras preparaciones, se sirve y se disfruta frío. Dentro de las recomendaciones está beberlo con moderación.