Los niveles altos de azúcar en la sangre se generan porque el páncreas no sintetiza la cantidad de insulina que el cuerpo humano necesita, la elabora de una calidad inferior o no es capaz de utilizarla con eficacia.
La insulina es la hormona que se encarga de mantener valores adecuados de glucosa (azúcar) en la sangre. Permite que este entre en el organismo y sea transportado al interior de las células, en donde se transforma en energía para que funcionen los músculos y los tejidos. Además, ayuda a que las células almacenen la glucosa hasta que su uso sea necesario, precisa información del portal Cuídate Plus.
Cuando se presenta un exceso de glucosa en la sangre (hiperglucemia), se da porque el azúcar no se distribuye de la forma adecuada y es por ello que las personas empiezan a padecer de diabetes.
Los altos niveles de glucosa pueden ser perjudiciales para todo el organismo, pero principalmente para el corazón, los riñones y las arterias, por lo que las personas que tienen diabetes y no lo saben o no la tratan tienen más riesgo de problemas renales, infartos, pérdida de visión y amputaciones de miembros inferiores.
Los principales síntomas cuando una persona tiene el azúcar alto incluyen: aumento de la sed y de las ganas de orinar, incremento del apetito, fatiga, visión borrosa, entumecimiento u hormigueo en las manos o los pies, úlceras que no cicatrizan y pérdida de peso sin razón aparente, explica el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales, de Estados Unidos.
Para quienes tienen prediabetes, diabetes u otra enfermedad que pueda afectar el azúcar en la sangre, la dieta constituye un factor importante, asegura el portal Healthline. Si bien los factores como el peso corporal, la actividad, el estrés y la genética también juegan un papel clave, seguir una dieta saludable es fundamental para mantenerlo controlado.
Mientras algunos alimentos, incluyendo productos con alto contenido de azúcar agregada y carbohidratos refinados pueden contribuir con las fluctuaciones de azúcar en la sangre, otros pueden optimizar su control al tiempo que promueven la salud en general.
Estos son algunos de los alimentos indicados para regular el azúcar, de acuerdo con información de Healthline:
Mariscos
Los mariscos, incluyendo el pescado y los moluscos, ofrecen una valiosa fuente de proteína, grasas saludables, vitaminas, minerales y antioxidantes que pueden ayudar a regular los niveles de azúcar en la sangre.
Las proteínas son fundamentales para cumplir con este objetivo. Estas ayudan a hacer más lenta la digestión y a evitar los picos en los niveles de azúcar después de comer, así como a aumentar la sensación de saciedad, precisa este sitio web. Además, pueden evitar la comida en exceso y ayudar a perder la grasa corporal, dos efectos esenciales para tener niveles de azúcar indicados.
Un elevado consumo de pescado con alto contenido de grasa como el salmón y las sardinas ha demostrado que ayuda a mejorar la regulación de la glucosa.
Nueces
Diferentes estudios han demostrado que comer nueces puede ser una manera eficaz de ayudar a regular los niveles de azúcar en la sangre. Una investigación realizada en 25 personas con diabetes tipo 2 demostró que consumir maní y almendras a lo largo del día como parte de una dieta baja en carbohidratos reducía la glucosa tanto en ayunas como después de las comidas.
Aguacates
Esta fruta es rica en grasas saludables, fibra, vitaminas y minerales, y al agregarse a las comidas han demostrado mejorar los niveles de azúcar en la sangre. Diferentes estudios han encontrado que los aguacates también pueden proteger contra el desarrollo del síndrome metabólico, que es un grupo de afecciones que incluyen la presión arterial alta y el azúcar alta en la sangre, lo cual aumenta el riesgo de desarrollar una enfermedad crónica.
Semillas de lino
Las semillas de lino son ricas en fibra y grasas saludables, y son reconocidas por sus beneficios para la salud. En un estudio de ocho semanas con 57 personas con diabetes tipo 2, aquellas que consumieron siete onzas (200 gramos) de yogur graso al 2,5 % que contenía 30 gramos de semillas de lino al día experimentaron reducciones significativas en los niveles de glucosa, en comparación con los que consumieron yogur natural.
Frijoles y lentejas
Los frijoles y las lentejas son ricos en nutrientes, como magnesio, fibra y proteínas, que pueden ayudar a reducir el azúcar en la sangre. Son particularmente altos en fibra soluble y almidón resistente, que ayudan a la digestión lenta, y pueden mejorar la respuesta la glucosa después de comer.
Por ejemplo, un estudio con 12 mujeres demostró que agregar frijoles negros o garbanzos a una comida con arroz reducía significativamente la glucosa después de la comida, en comparación con comer arroz solo.
Otros estudios, según Healthline, han demostrado que comer fríjoles y lentejas no solo puede beneficiar el control del azúcar, sino que es posible que ayudan a proteger contra el desarrollo de la diabetes.