El estreñimiento es una afección que afecta a muchas personas cada día. Este se caracteriza por las deposiciones poco frecuentes o la dificultad para evacuar. Algunas veces, y cuando se convierte en crónico, pueden pasar varias semanas en las que no se logran evacuaciones corporales.

Según los expertos de Mayo Clinic, el estreñimiento suele describirse como una frecuencia de deposiciones inferior a tres veces por semana. Por lo general, esto ocurre cuando las heces se mueven con demasiada lentitud a través del tubo digestivo o no pueden eliminarse de manera eficaz.

Entre algunas de las razones por las que se dificulta este proceso están: la obstrucción del colon, problemas en los nervios que se encuentran alrededor del colon o recto, dificultad con los músculos empleados para el proceso, otras afecciones que pueden involucrar las hormonas del cuerpo.

Aunque el estreñimiento ocasional es común y puede ser ocasionado por una comida, algunas personas experimentan estreñimiento crónico, que puede interferir en su capacidad de realizar las tareas diarias. El estreñimiento crónico puede provocar, además, que las personas hagan demasiada fuerza para defecar.

Por otro lado, los expertos señalan que esta afección puede tener complicaciones graves que afectan seriamente la vida de las personas. Esto debido a que se puede presentar inflamación de las venas del ano, una enfermedad conocida como hemorroides, ruptura de la piel del ano, retención fecal o intestino que sobresale a través del ano.

Por lo general, se recomienda incorporar abundantes alimentos ricos en fibra, consumir menos alimentos con bajo contenido de fibra, beber mucho líquido, hacer ejercicio periódicamente, controlar el estrés, establecer horarios para defecar, entre otros.

No obstante, de acuerdo con el portal experto Cuerpo Mente, la alimentación lo es todo para tratar este problema cuando no es grave. Por ello, las personas que sufren esta afección deben evitar saltarse las comidas, beber abundante agua y procurar incorporar los siguientes alimentos en su dieta habitual.

1. Aceite de oliva

Las grasas saludables ayudan lubricando el bolo fecal, por lo que mejoran el tránsito intestinal. Este se puede consumir con ensaladas e incluso una cucharadita al día en ayunas.

2. Aguacate

El aguacate es rico en hidratos de carbono y fibra, por lo que favorece el efecto de arrastrar y aumentar el volumen de las heces. Además, es rico en grasas saludables, por lo que no genera ninguna contraindicación si se come demasiado.

3. Ciruelas pasas

Las ciruelas pasas son ideales para enriquecer la alimentación diaria en fibra y nutrientes. Se pueden consumir hidratadas y deshidratadas, lo importante es vigilar que no tengan aceite de girasol.

4. Hojuelas de avena

La avena es rica en fibra, por lo que ayuda a hacer más grande el bolo fecal. Además de la avena, los expertos señalan que incluso cualquier tipo de cereal integral es rico en fibra soluble, por lo que se recomienda incorporar el alimento en los desayunos.

5. Habichuela

Esta leguminosa es rica en vitaminas y minerales, así como provee fibra soluble. Los expertos reseñan que es alimento para la microbiota intestinal, por lo que ayuda a regular el metabolismo.

6. Kiwi

El kiwi posee un efecto prebiótico que alimenta las bacterias del intestino al igual que la habichuela, y es rico en vitamina C. Además, tiene fibra y es rico en agua, por lo que ayuda a regular el metabolismo y el tránsito intestinal.

7. Semillas de lino

Las semillas de lino, al ser puestas en remojo con agua, sueltan mucílagos que se encargan de limpiar y barrer los intestinos, por ello son un aliado especial para la defecación. Estas pueden ser consumidas en agua todas las mañanas.