Mantener una dieta saludable es clave no solo para lograr un peso indicado, sino para garantizar la buena salud del organismo. La mejor manera de hacerlo es disminuyendo las calorías, manteniendo una ingesta de nutrientes adecuada y aumentando la actividad física.

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), las investigaciones demuestran que las personas se llenan por la cantidad de alimentos que consumen, y no debido al volumen de proteínas que ingieren. La recomendación es reducir las calorías de las comidas favoritas recortando la cantidad de grasas o aumentando el contenido de ingredientes ricos en fibra, como frutas o verduras.

Para quienes no quieren engordar, pero tampoco sentir hambre, existen una serie de alimentos que pueden generar saciedad ayudando a la vez a mantener un peso saludable. Según los expertos, siempre es importante que las personas sigan una dieta variada y completa para que no se dé un déficit nutricional y por ello, lo ideal es acudir al nutricionista para que brinde las recomendaciones sobre la dieta indicada.

Licuados o batidos detox: estas bebidas son elaboradas a base de frutas y verduras y tienen como objetivo nutrir el organismo de forma saludable. Se pueden consumir a cualquier hora del día y así, calmar el hambre de una forma natural. Los ingredientes que suelen usarse para estos batidos son vegetales, frutas y hortalizas con un gran aporte en fibra, agua y que contengan pocas calorías.

Ensaladas: las ensaladas son comidas saludables que no engordan, pues están elaboradas a base de verduras e ingredientes saciantes. Además, son un imprescindible en cualquier dieta para bajar de peso, ya que generan sensación de saciedad. Lo ideal es preparar un plato evitando el uso de salsas, pasta o ingredientes grasos.

Huevos: este alimento es rico en proteína. Además de saciar el apetito, ayuda a nutrir la masa muscular. Se aconseja tomarlo en el desayuno para que el cuerpo se sienta saciado y de esta forma reducir el consumo calórico durante el resto del día.

Semillas de chía: para consumirlas, se pueden hidratar la noche anterior. Son perfectas para preparar un desayuno o merienda con frutas que ayudará a saciar durante horas. Se pueden hidratar con bebida vegetal de coco y yogur, por ejemplo.

Fríjoles, garbanzos y lentejas: estos alimentos son ricos en proteínas, además de que contienen fibra, antioxidantes, vitaminas del complejo B y hierro. Son ideales para promover la saciedad en las comidas, asegura el portal Mejor con Salud.

Sopa de verduras: otra de las comidas que no engordan y calman el hambre son los caldos o sopas de verduras. Como ocurre con los licuados o batidos, estas bebidas también aportan los beneficios de las hortalizas y, además, un gran contenido en agua que ayuda en la eliminación de líquidos.

Chile: la capsaicina, el compuesto que tienen los chiles, dispara el metabolismo. Una investigación de la Universidad de Maastricht en los Países Bajos muestra que el picante también puede controlar el apetito. El estudio, que fue publicado en la revista Appetite, encontró que la adición de un cuarto de cucharadita de chile a cada comida aumenta la saciedad y plenitud.

Frutas: la manzana es el alimento más saciante. En general las frutas son saciantes, pero la recomendación de los expertos es consumirla entera y no en zumo, para no desechar su fibra. Al transformarla en zumo se toma principalmente el azúcar de la fruta y apenas sacia. La idea es combinar las frutas que más gusten y disfrutarlas, pues son ricas en vitaminas, fibras y proteínas y saciarán el apetito sin aportar muchas calorías.

Frutos secos: estos alimentos contienen grasas saludables y ayudan a mantener el colesterol bajo. Además, son una buena fuente de fibra y, por lo tanto, ayudan, a mantener a raya las ganas de picar. Lo recomendable es no abusar de su ingesta debido a que contienen bastantes calorías. La cantidad recomendada son seis almendras, por ejemplo, indica un artículo de la revista de moda y belleza Telva.