La memoria es el proceso de almacenamiento en el que se elige la información que se va a guardar. Existen de dos tipos: a largo plazo, que se almacena por un período de tiempo más largo y a corto plazo, que conserva la información por segundos o minutos, explica Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

Hay varios factores que pueden causar que la memoria no funcione perfectamente. Por ejemplo, con el paso del tiempo, el envejecimiento puede provocar que sea un poco más difícil recordar alguna información. Esto es denominado deterioro cognitivo leve y es muy frecuente en personas adultas mayores.

“Según la evidencia actual, el deterioro cognitivo leve casi siempre se desarrolla a partir de los mismos tipos de cambios cerebrales observados en la enfermedad de Alzheimer u otras formas de demencia, pero en menor grado. Algunos de estos cambios se han identificado en estudios de autopsias de personas con deterioro cognitivo leve”, detallan los expertos de Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.

De acuerdo con Medline Plus muchas áreas del cerebro están encargadas de crear recuerdos y recuperarlos. Cuando hay un daño o problema en cualquiera de estas zonas pueden provocarse fallos o pérdida de la memoria.

Las personas que tienen esta afección pueden cuidarse solas y no es una condición de salud que interfiera con sus actividades cotidianas. De acuerdo con la Biblioteca, el deterioro cognitivo leve puede causar los siguientes problemas:

  • Perder objetos con frecuencia.
  • Olvidar compromisos, programar citas o acudir a ellas.
  • Tener dificultades para encontrar las palabras correctas.

Aunque olvidar cosas en ocasiones puede ser algo normal, se debe tener en cuenta que puede ser signo de una enfermedad grave, como:

  • Enfermedad de Alzheimer.
  • Otros tipos de demencia.
  • Ataque cerebral.
  • Depresión.
  • Alcoholismo.
  • Coágulos de sangre o tumores en el cerebro.
  • Problemas de riñones, de hígado o de la tiroides.
  • Reacciones a ciertos medicamentos.

Según indican los expertos de Mayo Clinic “es posible que el deterioro cognitivo leve aumente el riesgo de padecer demencia más adelante debido a la enfermedad de Alzheimer u otro trastorno neurológico. Pero algunas personas con deterioro cognitivo leve nunca empeoran y algunas pocas mejoran con el tiempo”.

Existen algunos factores de riesgo que pueden influir en los fallos de la memoria:

  • Diabetes.
  • Tabaquismo.
  • Presión arterial alta.
  • Colesterol elevado.
  • Obesidad.
  • Depresión.
  • Falta de actividad física.
  • Nivel educativo bajo.
  • Participación poco frecuente en actividades mentales o socialmente estimulantes.

La fruta que combate la demencia y el Alzheimer

La demencia es un síndrome que implica el deterioro de la memoria, el intelecto, el comportamiento y la capacidad para realizar actividades de la vida diaria. Además, este deterioro de la función cognitiva suele ir acompañado, y en ocasiones es precedido, por el deterioro del control emocional, el comportamiento social o la motivación.

Por su parte y en relación, la enfermedad de Alzheimer es la forma más común de demencia entre las personas mayores, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.

Para combatir tanto la demencia como el Alzheimer existen diferentes alternativas. Una de ellas, según el portal Urgente 24, es consumir frutas como los arándanos, los cuales son ricos en flavonoides, sustancias que han sido eficaces para contrarrestar las afecciones mencionadas.

“En un estudio, los científicos de Harvard evaluaron datos de salud y la información dietética autoinformada de más de 77.000 personas de mediana edad. Hallaron que las personas con la mayor ingesta diaria de alimentos con flavonoides tenían un 19 % menos de probabilidades de reportar problemas con la memoria y el pensamiento”, señala la plataforma mencionada.