La fibromialgia es un trastorno crónico (de larga duración) que causa dolor y sensibilidad en todo el cuerpo, de acuerdo con el Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel de Estados Unidos.

Además, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, señaló que los síntomas principales de la fibromialgia incluyen:

  • Dolor generalizado. El dolor asociado con la fibromialgia muchas veces se describe como leve, molesto y constante, que dura al menos tres meses. Para que se considere generalizado, se debe sentir dolor en ambos lados del cuerpo, y por encima y por debajo de la cintura.
  • Dificultades cognitivas. Un síntoma comúnmente llamado “fibroniebla” dificulta la capacidad de enfoque, atención y concentración mental.

Adicional, según Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, indicó que cualquier persona puede tener fibromialgia, pero es más común en:

  • Mujeres: tienen el doble de probabilidades de tener fibromialgia.
  • Personas de edad mediana.
  • Personas con algunas enfermedades como lupus, artritis reumatoide y espondilitis anquilosante.
  • Personas con algún familiar que tenga fibromialgia.

Dicho lo anterior, el portal Nuevas Evas reveló que las personas con fibromialgia deben tener una alimentación especial y la recomendación de desayuno es:

Ingredientes

  • Una cucharadita de semillas de sésamo.
  • Una cucharadita de semillas de chía.
  • Una cucharadita de semillas de lino.
  • Dos hojas acelga.
  • Una cucharadita de salvado de avena.
  • Un vaso jugo de naranja.
  • Tres cubos de hielo.
  • Un vaso de agua.

Preparación

  • Remojar al menos 12 horas cada una de las semillas en un vaso de agua, colar y reservar.
  • Licuar las hojas acelga que deben estar previamente lavadas con los hielos, las semillas remojadas, el salvado de avena, y el agua.

Finalmente, se consume, pero la anterior recomendación debe acompañarse de una alimentación balanceada y saludable, y esta debe tener proteínas, grasas, carbohidratos, frutas y verduras.

De todos modos, antes de consumir algún alimento, lo primero que hay que hacer es consultar al médico tratante o a un nutricionista para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona, pues las anteriores recomendaciones no son las indicadas para todas las personas, ya que la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.

Por su parte, la entidad sin ánimo de lucro indicó que el cuidado personal es fundamental en el manejo de la fibromialgia como, por ejemplo:

  • Manejo del estrés. Elaborar un plan para evitar o limitar el esfuerzo excesivo y el estrés emocional. Darse tiempo a diario para relajarse.
  • Higiene del sueño. Debido a que la fatiga es uno de los componentes principales de la fibromialgia, es esencial dormir bien. Además de destinar tiempo suficiente para dormir, se deben mantener buenos hábitos de sueño, como ir a la cama y levantarse a la misma hora todos los días y limitar las siestas durante el día.
  • Practicar ejercicio con regularidad. Al principio, el ejercicio puede incrementar el dolor. No obstante, si se hace de forma progresiva y regular, los síntomas suelen disminuir. Los ejercicios adecuados pueden ser caminar, nadar, andar en bicicleta y hacer ejercicios aeróbicos en el agua. Un fisioterapeuta puede ayudar a elaborar un programa de ejercicios en el hogar. También son útiles el estiramiento, la buena postura y los ejercicios de relajación.
  • Mantener un estilo de vida saludable. Llevar una dieta saludable con un bajo contenido de sal y rica en frutas, vegetales y granos integrales. No consumir productos con tabaco y reducir el consumo de cafeína.