De acuerdo a la actividad física que se realiza, al clima y al tipo de trabajo que se desarrolle, será proporcional la cantidad de agua que necesita el cuerpo para mantenerse en perfecto estado.
De ahí, que no todos los organismos necesitan la misma cantidad de este líquido, por lo que es necesario mirar cómo se desarrolla el día a día de cada individuo, para estar bien hidratados y disfrutar de este importante elemento de la naturaleza.
Una toma adecuada de agua garantiza un buen estado de salud
Son muchos los que consideran que es necesario tomar 8 vasos de agua al día para mantener al día los niveles de agua que necesita el organismo. Sin embargo, esta afirmación no es del todo cierta, pues no todos los organismos necesitan la misma cantidad de agua.
La toma de agua depende de varios factores como el tamaño corporal y condiciones específicas de salud. Además, influye el tipo de agua que se consuma, con o sin gas, de acuerdo al gusto personal.
Sea cual sea la preferencia al la hora de pensar en tomar agua, lo importante es tener la costumbre de hacerlo diariamente, pues no hay que olvidar los múltiples beneficios que le aporta este líquido al cuerpo.
De hecho, según un artículo académico de la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard, el consumo de agua puede ayudar a tener una digestión adecuada, mantener la piel sana, hidratar el cuerpo y restaurar los líquidos perdidos a través del metabolismo, la respiración, la sudoración y la eliminación de desechos, entre otros beneficios.
Agua con o sin gas
De acuerdo a lo que se explica en un artículo redactado por la dietista Lauren Sullivan y publicado en el portal de la Clínica Cleveland de Florida, las propiedades hidratantes de estos dos tipos de agua son las mismas, por lo que dependerá de los gustos de las personas.
Cuando se habla de sensación de saciedad, el agua con gas tiene las de ganar, pues le aporta en mayor medida este efecto al cuerpo y además mantiene los alimentos en el estómago por más tiempo.
Esta es una de las razones por las cuales las personas que están buscando dejar las gaseosas, optan por el agua con gas para reemplazarla. Al parecer, el agua con gas puede ‘engañas al cerebro’ y sacarlo del hábito de estar consumiendo bebidas gaseosas.
Pero a pesar de estas ventajas, Sullivan menciona que el agua con gas, a diferencia del agua normal, podría generar algunos efectos secundarios como hinchazón, gases y dolor de estómago. Sin embargo, esto no ocurre en todos los organismos.
El agua con gas es mejor tomarla como acompañante de comidas y no utilizarla como la principal fuente de agua.
Lo importante es mantener el cuerpo hidratado y se aconseja beber este importante líquido en las siguientes situaciones:
- Con cada comida y entre comidas
- Antes, durante y después de hacer ejercicio
- Si tienes sed