El jengibre se ha convertido en un superalimento con grandes propiedades medicinales, por lo que se ha hecho más común su consumo en los años recientes.
Entre sus beneficios se encuentran: evitar las náuseas y vómitos, aumentar la fuerza de contracción del miocardio, fomentar la secreción de saliva y jugos gástricos, actuar como colagogo y estimular el peristaltismo intestinal.
Y es que esta planta se caracteriza por una alta concentración de nutrientes beneficiosos para la salud, como aceites esenciales, antioxidantes, minerales, vitaminas y aminoácidos. Debido a eso muchos nutricionistas recomiendan su consumo por sus múltiples efectos saludables para nuestro organismo.
El jengibre contiene una gran capacidad nutricional por lo que estudios han determinado que en una cantidad de 100 gramos se encontraron: calorías 80, grasas totales: 0,8 g, ácidos grasos saturados: 0,2 g, colesterol: 0 mg, sodio: 13 mg, potasio: 415 mg, hidratos de carbono: 18 g y fibra alimentaria: 2 g.
Así mismo, azúcares: 1,7 g, proteínas: 1,8 g, vitamina C: 5 mg, calcio: 16 mg, hierro: 0,6 mg, vitamina D 0 IU, vitamina B6: 0,2 mg, vitamina B12: 0 µg y magnesio: 43 mg.
El portal especializado Healthline, destacó que este producto cuenta con beneficios antioxidantes que ayudan a combatir las especies reactivas al oxígeno (ROS), que son las causantes de estrés oxidativo y dañan las células.
Por esa razón se ha convertido en un aliado para regular la glucosa y evitar que se presenten situaciones como las mencionadas.
En este caso re recomienda el consumo de agua de jengibre para regular el azúcar en la sangre. De hecho, la Federación Mexicana de Diabetes A.C publicó una sencilla receta para prepararla.
Para ello se necesita tener a la mano, 2 litros de agua natural, el jugo de 5 limones, un trozo jengibre del tamaño de tu pulgar, sin cáscara, hielos y si se quiere algún endulzante, distinto al azúcar y sin calorías. (es opcional).
Se debe hervir el jengibre en pequeños trocitos en medio litro de agua durante 3 minutos, luego retirar del fuego y colar. Posteriormente, se debe echar la infusión a una jarra grande junto con el litro y medio de agua restante.
Finalmente, se puede añadir el jugo de limón y el sustituto de azúcar e incluir hielos, de acuerdo como la persona quiera tomar la bebida. Esta receta es suficiente para cuatro tazas.
Otra opción de preparación la publicó la nutricionista Tatiana Zanin en el portal Tua Saúde. Para ello se requieren simplemente jengibre en rebanadas y un litro de agua.
Una vez rebanada se echa en el litro de agua y dejar reposar durante la noche. Al otro día se puede beber sin endulzar, aunque se le puede añadir gotas de limón para darle más sabor.
Una de las recomendaciones de los especialistas es tener en cuenta con los efectos negativos que puede tener el consumo de jengibre en una persona, ya que el cuerpo puede producir especies reactivas de oxígeno dependiendo del estilo de vida y el tratamiento que lleve cada persona con el azúcar.
Ingerir mucho jengibre puede hacer que las células dañinas aumenten. Al igual que sucede por ejemplo si una persona ingiere mucho licor, si fuma o sufre de estrés crónico, de acuerdo con el portal Healthline.
La publicación también destalló que el hecho de consumir jengibre con agua solo ayuda a prevenir los efectos en caso de que se eleve la azúcar, por lo que se aconseja ingerirlo en ayunas.
Así mismo, insistió en que no es cura para esos casos, por lo que se hace necesario consultar previamente a un médico antes de consumirlo.
Señaló que no existe evidencia concreta de que el té o agua con jengibre logre una mejora considerable ante los casos de diabetes. En ese sentido, señaló que la persona debe seguir con el tratamiento que el especialista recomiende para que sea efectivo.
Por su parte, la nutricionista Tatiana Zanin, destacó en Tua Saúde que un consumo en exceso de jengibre puede provocar mucho daño y que “no es recomendable para aquellos que toman medicamentos anticoagulantes, porque aumenta el riesgo de hemorragias”.
Aunque en mujeres embarazadas es eficaz para las náuseas matutinas, en altas dosis pueden afectar negativamente al feto. Se calcula que la dosis máxima debe ser de un gramo por cada kilogramo de peso.
Igual cuidado deben tener personas con tratamientos anticoagulantes o que se medican con aspirina o warfarina. Estos medicamentos reducen la capacidad de la sangre para formar coágulos. Por lo tanto, se corre el riesgo de generar hemorragias.