El colesterol es una sustancia cerosa, muy parecida a la grasa, que se puede obtener de los alimentos ricos en grasa que se consumen a diario. Entre estos resaltan el queso, los aceites y la mantequilla. El colesterol también lo genera el mismo organismo, pues ayuda a producir vitamina D, hormonas y sustancias que favorecen la digestión de los alimentos.
Pero con el colesterol se debe tener un gran cuidado, pues sus niveles muy altos en la sangre pueden estrechar y endurecer las arterias, lo cual dificulta el flujo de sangre al corazón. Esto, a su vez, aumenta el riesgo de ocasionar un ataque cardíaco o un accidente de tipo cerebrovascular.
Por su parte, la presión arterial “es la fuerza de su sangre al empujar contra las paredes de sus arterias. Cada vez que su corazón late, bombea sangre hacia las arterias. Su presión arterial es más alta cuando su corazón late, bombeando la sangre. Esto se llama presión sistólica. Cuando su corazón está en reposo, entre latidos, su presión arterial baja. Esto se llama presión diastólica”, explica Medline Plus, Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.
“La lectura de su presión arterial usa estos dos números. Por lo general, el número sistólico se coloca antes o por encima de la cifra diastólica. Por ejemplo, 120/80 significa una presión sistólica de 120 y una diastólica de 80. Cuando su presión arterial se mantiene mucho tiempo alta, hace que el corazón bombee con más fuerza y trabaje demasiado, lo que puede ocasionar serios problemas de salud, como ataque cardíaco, accidente cerebrovascular, insuficiencia cardiaca, e insuficiencia renal”, agrega la entidad.
La alimentación es un ítem clave para mantener regulados los niveles del colesterol y la presión arterial. Precisamente, la cúrcuma es uno de los elementos de origen vegetal más recomendados para bajar los valores altos de los indicadores en cuestión.
La cúrcuma es una de las especias más utilizadas en la gastronomía a nivel mundial. Además, por sus propiedades medicinales, es muy usada para elaborar y consumir diferentes tipos de remedios. Tiene un color anaranjado.
“Gracias a sus propiedades antioxidantes, la cúrcuma ayuda a disminuir los niveles sanguíneos de colesterol llamado ‘malo’ o LDL, y triglicéridos en la sangre, previniendo enfermedades cardiovasculares, como infarto de miocardio, ACV, o aterosclerosis”, afirma el portal portugués Tua Saúde.
Además, el Hospital Clinic Barcelona resalta que “la curcumina (activo de la cúrcuma) mejora la sensibilidad a la insulina, reduce la generación de tejido adiposo o grasa y disminuye la presión arterial elevada. Además, la curcumina mitiga el dolor muscular después del ejercicio físico y mejora la recuperación y rendimiento en personas activas”.
La cúrcuma, como todo alimento, se debe consumir con moderación, sin llegar a un exceso, esto para que todos sus beneficios se logren aprovechar de la mejor manera posible. Por lo general, se suele ingerir en té o infusión.
Más beneficios de la cúrcuma
Tua Saúde resalta más beneficios de la cúrcuma. Estos son:
1. Previene el cáncer. “La cúrcuma tiene compuestos fenólicos con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, ayudando a prevenir y a combatir diferentes tipos de cáncer como, cáncer de colon, mama, intestino, vejiga y médula ósea”.
2. Alivia dolores. Otro de los grandes beneficios de la cúrcuma es que tienen propiedades terapéuticas, por lo que ayuda a aliviar los dolores en las articulaciones, los cuales son producidos por una enfermedad como la artritis.
3. Controla el peso. “Algunos estudios indican que el extracto de cúrcuma ayuda a bajar de peso, puesto que mejora el metabolismo, reduce el crecimiento del tejido graso y promueve el buen funcionamiento de la insulina”, concluye.