La cúrcuma, también conocida como azafrán de raíz o como palillo contiene propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
Además, el Grupo Sanitas de España explicó que los compuestos de la cúrcuma, llamados curcuminoides (la curcumina, la demetoxicurcumina y la bisdemetoxicurcumina), le otorgan grandes propiedades medicinales a esta especia.
“Sus aceites volátiles (turmerone, atlantone y zingiberene), proteínas, resinas y azúcares, también contribuyen a su poder sanador. Además, para completar su perfil de ‘reina de las especias’, también contiene fibra dietética, vitaminas C, E y K, niacina, sodio, calcio, potasio, cobre, magnesio, hierro y zinc”, señaló el grupo de salud.
Es más, la cúrcuma podría proporcionar diversos beneficios para el organismo como, por ejemplo, “ayuda a disminuir los niveles sanguíneos de colesterol llamado ¨malo¨ o LDL, y triglicéridos en la sangre, previniendo enfermedades cardiovasculares, como infarto de miocardio, ACV, o aterosclerosis”, según el portal portugués de salud, nutrición y bienestar, Tua Saúde.
Asimismo, indicó que “esta planta medicinal ayuda a disminuir los niveles de glucosa en la sangre y mejora el funcionamiento de las células del páncreas, el órgano encargado de secretar la hormona insulina, cuya función es nivelar los valores de glucosa en la sangre. Es por eso, que la cúrcuma es una buena opción terapéutica para usar en las personas que tienen resistencia a la insulina o diabetes tipo 2, además de prevenir estas situaciones”.
Ahora bien, respecto al consumo, el portal portugués puntualizó que la parte más utilizada de la cúrcuma es el polvo que proviene de su raíz para aderezar las comidas. Sin embargo, sus hojas también pueden ser utilizadas en la preparación de algunos tés.
Así las cosas, Tua Saúde reveló que las diferentes formas de consumir la cúrcuma son:
- Té de cúrcuma: colocar una cucharadita de polvo de cúrcuma en 150 ml de agua hirviendo y dejar reposar durante unos 10 a 15 minutos. Después se debe dejar que esté tibio y se debe tomar hasta tres tazas al día entre las comidas.
- Cápsulas de cúrcuma: por lo general, la dosis recomendada es de dos cápsulas de 250 mg cada 12 horas, totalizando un gramo por día. Sin embargo, la dosis puede variar de acuerdo con el problema a tratar.
Además, para mejorar la absorción de antioxidantes de la raíz, la cúrcuma puede consumirse con aceites, como aceite de oliva, de coco o aguacate, por ejemplo, de acuerdo con el portal portugués.
Sin embargo, pese a que la cúrcuma tiene varios beneficios, esta no debe consumirse por todas las personas, según Tua Saúde, ya que “la cúrcuma está contraindicada en personas que estén tomando medicamentos anticoagulantes y en individuos que tengan obstrucción de las vías biliares por piedras en la vesícula”.
De todos modos, antes de consumir algún alimento lo primero que hay que hacer es consultar al médico tratante o a un nutricionista para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona, pues las anteriores recomendaciones no son las indicadas para todas las personas, ya que la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.
Origen de la cúrcuma
La cúrcuma, cuyo nombre científico es ‘cúrcuma longa’, cuenta con una tradición histórica. Además hay evidencia de que sus primeros usos se remontan entre los años 610 a.C. a 320 a.C. cuando fue empleada como colorante para la lana gracias a su color amarillo-naranja intenso.
Más adelante, fue adoptada por la gastronomía hindú como colorante alimentario, para darle un sabor peculiar a las comidas y por formar parte del popular curry.
Asimismo, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés), la cúrcuma es el rizoma de una planta herbácea originaria de Asia Meridional que requiere de un clima tropical para desarrollarse.
Además, el mayor productor mundial es India meridional y puede utilizarse en forma fresca, seca o molida como polvo fino.