Como bien se sabe, los nutricionistas y demás especialistas en el tema recomiendan el consumo regular de alimentos tan importantes como lo son las frutas. Estas son grandes aliados para reemplazar los snacks sintéticos. Se pueden consumir en la mañana para el desayuno, en el almuerzo o en la noche para la cena.
Estos alimentos de origen vegetal acumulan una gran cantidad de vitaminas y minerales, nutrientes fundamentales para que el organismo pueda tener una función óptima. Sus propiedades medicinales ayudan a prevenir y combatir diferentes tipos de enfermedades.
Una de ellas es la piña, la cual posee grandes beneficios para la salud. Se trata de un alimento que goza de un sabor entre dulce y ácido, además de ser bastante jugoso. Adicionalmente, en su composición nutricional figuran diversos elementos que contribuyen al bienestar del organismo, como vitaminas y minerales.
Según la Fundación Española de la Nutrición, la piña hace parte de la familia de las frutas tropicales y se caracteriza por su aporte de vitamina C y yodo, de ahí que se asocie su consumo con la prevención del daño oxidativo de los radicales libres sobre las células.
En ese sentido, es importante apuntar que la piña es un alimento rico en una sustancia llamada bromelina, que es una enzima que facilita al cuerpo el procesamiento de proteínas, por lo que la ingente de este fruto es muy favorable para la digestión.
La ingesta diaria de piña puede favorecer de manera muy notoria los procesos digestivos, teniendo a su vez loables resultados en materia de reducción de la hinchazón y dejando de lado algunas patologías del sistema digestivo como el estreñimiento, referido a las dificultades para hacer deposiciones.
Por lo anterior, la piña es un alimento ideal para quienes se encuentran en proceso de pérdida de peso, debido a las ya enunciadas características diuréticas, lo cual ayuda a eliminar los líquidos retenidos en el cuerpo y con ello a reducir el tamaño de la zona abdominal.
Sin embargo, pese a los múltiples beneficios que tiene la piña en la salud, es importante tener en cuenta que, según los expertos, el exceso de bromelina –sustancia que contiene esta fruta– puede llegar a provocar molestias en la boca, la garganta y el estómago.
“Comer demasiada piña y, por tanto, demasiada bromelina, puede provocar efectos secundarios negativos como irritación de la lengua y sensación de ardor”, advierte la dietista Erin Palinski-Wade, autora de Belly Fat Diet For Dummies, en un artículo publicado por el sitio web SputnikNews.
A su vez, de acuerdo con la plataforma digital Sala de Prensa, “una de las contraindicaciones de la piña es que un consumo excesivo puede ser también perjudicial para el organismo, ya que puede ocasionar malestares estomacales como: diarrea, ardor, vómitos, náuseas, entre otros; debido a una ingesta excesiva de Vitamina C”.
Otro de los efectos negativos que tiene la piña cuando se consume en exceso es que puede interferir y cortar el efecto de algunos medicamentos que hayan sido recetados por especialista, entre los que se pueden destacar están, por ejemplo, los anticoagulantes o los antibióticos; esto se debe al gran contenido de bromelina que tiene este alimento de origen vegeta.
Por último, según la plataforma digital Sala de Prensa, uno de los riesgos de consumir este fruto en exceso es que, debido a su contenido en ácido oxálico, “puede favorecer a la formación de cálculos renales. Solo un consumo muy alto podría generar cálculos renales, aunque se recomienda que las personas propensas a sufrir cálculos renales consulten con su médico si pueden incorporar la piña a su dieta diaria”.