La ingesta diaria de frutas es determinante para conservar una buena salud. El aporte de fibra, vitaminas, minerales y otros nutrientes hacen que estos alimentos sean clave para ser incluidos en la dieta y, por ello, los expertos recomiendan comer al menos cinco porciones entre frutas y verduras al día.
Una de las muchas opciones que se tienen es el tomate, que si bien en muchas oportunidades se usa como una hortaliza en ensaladas y otras preparaciones, en realidad se trata de una fruta que le ofrece una larga lista de beneficios al organismo.
Este alimento se caracteriza por ser rico en vitaminas C, A, K, potasio y licopeno, un potente antioxidante que ayuda a proteger las células del cuerpo de los efectos dañinos de los radicales libres, precisa la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
El portal Cuerpo Mente asegura que existen varios estudios, según los cuales, los individuos que consumen más licopeno adquieren una protección extraordinaria frente a enfermedades cardiovasculares, reducen el riesgo de sufrir diabetes, alzhéimer, ceguera, sordera y otros trastornos asociados al envejecimiento prematuro.
Adicionalmente, se dice que esta fruta aporta propiedades diuréticas, antiinflamatorias y antioxidantes, que contribuyen a prevenir el desarrollo de enfermedades, como cáncer de próstata, infarto de miocardio y osteoporosis, según información del portal de bienestar Tua Saúde.
Es un producto que contiene pocas calorías. De acuerdo con Cuerpo Mente, cien gramos proporcionan solo 18 calorías, gracias a que la mayor parte de su peso (alrededor de 95 %) corresponde a agua. Además, es rico en fibras que ayudan a aumentar la sensación de saciedad y a disminuir el hambre, asegura Tua Saúde. Por esta razón es una opción muy válida para incluir en dietas tendientes a bajar de peso.
Es bueno para la sangre
Una de las grandes bondades que se le atribuyen es que es saludable para la sangre. Científicos de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) analizaron la eficacia de tomar diariamente una píldora de 7 miligramos, que equivale a dos tomates y medio, en el tratamiento de afecciones cardíacas. Según Cuerpo Mente, la investigación encontró que el licopeno mejora notablemente la flexibilidad de los vasos sanguíneos, facilitando el flujo de la sangre.
“La investigación confirmó los resultados de estudios anteriores, como uno de la Universidad del Este (Finlandia), que había seguido la evolución de mil hombres de 46 a 65 años durante 12 años y había hallado que aquellos con niveles más altos de licopeno en la sangre tenían un 60 % menos de riesgo de sufrir un infarto”, precisa el mencionado sitio web.
Se dice también que el consumo regular de esta fruta es bueno porque es un alimento que actúa como un anticoagulante, por lo que previene y ayuda a aliviar condiciones generadas por venas varicosas, según el portal Varicentro, centros médicos especializados en várices.
Los especialistas de esta institución, en su página web, citan estudios del Instituto de Investigación Rowett, en Escocia, los cuales determinaron los beneficios de los tomates para combatir la formación de coágulos, un problema muy común en personas con afecciones vasculares.
Los análisis determinaron que las semillas de los tomates y la pulpa de su alrededor contienen una sustancia que actúa como potente antiagregante plaquetario. “Si consumimos cuatro tomates diarios, evitaríamos la formación de coágulos en hasta un 72 % y mejoraríamos, además, el retorno venoso”, indica el mencionado sitio web.
De otro lado, esta fruta es rica en potasio, mineral que ayuda a eliminar el sodio del organismo a través de la orina, contiene buenas cantidades de agua, creando un efecto diurético, por lo que de esta manera el tomate ayuda a controlar la presión arterial. Se dice que el potasio puede prevenir el endurecimiento de las arterias, un factor que contribuye a evitar enfermedades graves del corazón, precisan los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos.
Otras bondades
Su riqueza en licopeno le otorga al tomate una potente acción antioxidante que ayuda a proteger las células del efecto de los radicales libres, inhibiendo la proliferación de las células tumorales. De esta forma, se dice que tiene la posibilidad de prevenir y retrasar el desarrollo de la hiperplasia benigna de próstata, cáncer de próstata, de mama y de ovarios, asegura Tua Saúde.
De igual forma, se le atribuyen beneficios para ayudar a controlar los niveles de glucosa. El tomate contiene fibra y un mineral llamado cromo, que en conjunto actúan ayudando a regular el azúcar en la sangre, por lo que incluirlo a diario en una dieta balanceada ayuda a controlar y prevenir el desarrollo de prediabetes o diabetes.
Debido a su contenido de vitamina C y antioxidantes, como los polifenoles, el consumo de tomates ayuda a fortalecer las defensas naturales del organismo debido a que combaten los radicales libres. También es un alimento que tiene muy pocas calorías y contiene mucha agua, antioxidantes y fibra, por lo que incluirlo en una dieta equilibrada ayuda a reducir la grasa corporal y a controlar el apetito, lo que contribuye en la pérdida de peso.
Por último, la vitamina A, presente en los tomates, ayuda a cuidar la visión, de acuerdo con información publicada en Community Eye Health Journal, según cita una publicación de la revista Mejor con Salud, escrita por Valeria Sabater. Asimismo, este nutriente es adecuado para prevenir la degeneración macular. Esta vitamina es un antioxidante esencial que combate los efectos negativos de los radicales libres y que cuida de la salud de los tejidos.
Es importante tener claro que los beneficios del tomate pueden obtenerse si este alimento se incluye en el marco de una dieta equilibrada, acompañada de actividad física regular, pues a pesar de todas sus bondades, este fruto por sí solo no hace milagros.