En general, las frutas son alimentos que le brindan diversos beneficios al organismo y el tomate de árbol, también conocido como tamarillo, no es la excepción, pues aporta fibra, vitaminas y minerales.
Se dice que posee bondades antiinflamatorias, antioxidantes, antiproliferativas (inhibe la reproducción celular, en especial de células cancerosas) y antiobesidad. Precisamente, en este último aspecto es favorable debido a que es bajo en calorías y contiene una importante cantidad de agua, lo que lo hace ideal para incluir en dietas tendientes a adelgazar, indica el portal de recetas Cocina Casera.
Este fruto es bajo en grasa, pero rico en carbohidratos y fibra. Además, tiene componentes como polifenoles, carotenos y antocianinas y es fuente de vitaminas E, C y B6, y de algunos minerales como potasio, manganeso y cobre, según indica la nutricionista Anna Villarrasa en una publicación de la revista Mejor con Salud.
Debido a sus componentes, el consumo regular de tomate de árbol tiene una serie de efectos positivos en el cuerpo. Por ejemplo, se dice que ayuda a cuidar la salud del corazón, a regular el azúcar en la sangre, prevenir la anemia y a aumentar las defensas del organismo, de acuerdo con información del portal de bienestar y salud, Tua Saúde.
Beneficioso para el corazón
Por ser una buena fuente de fibras, compuestos fenólicos, vitamina C y carotenoides que poseen propiedades antioxidantes, el tomate de árbol ayuda a disminuir el colesterol LDL conocido como “malo”, que se encuentra en la sangre, evitando la formación de placas en las arterias.
El instituto de investigación Mayo Clinic asegura que el colesterol elevado puede formar depósitos grasos en los vasos sanguíneos y con el tiempo estos crecen, dificultando el fluido de la sangre a través de las arterias y la ingesta de frutas y verduras es determinante para evitar esta afección.
Adicionalmente, este fruto es buena fuente de antioxidantes naturales que ayudan a reducir los niveles de tensión arterial alta, un padecimiento que afecta las arterias y los vasos sanguíneos, ocasionando que la sangre no fluya de manera normal.
El tomate de árbol es rico en sodio y potasio, dos electrolitos necesarios para un correcto funcionamiento del organismo, especialmente en referencia al sistema cardiovascular. El potasio ayuda a controlar los niveles de sodio en el organismo, a relajar los vasos sanguíneos y a eliminar sodio a través de la orina con lo que la presión disminuye. Cuando se ingiere más sodio en relación con la cantidad de potasio, existe un mayor riesgo de afecciones como ataque al corazón.
Contra la diabetes
La ingesta de este alimento ayudaría a regular los niveles de azúcar en la sangre, debido a su aporte de fibras, principalmente pectina, que es un nutriente soluble que ayuda a retardar la absorción de la glucosa proveniente de los alimentos a nivel intestinal.
“Además, algunos estudios científicos han demostrado que su alto poder antioxidante también podría estar relacionado con el control de la glucemia, debido a que ejercen un efecto modulador en el metabolismo de la glucosa”, precisa Tua Saúde.
Aliado del estómago
Al ser rica en fibra, esta fruta ayuda en el proceso digestivo. Si se incluye en la dieta de forma continua aporta para el tránsito intestinal sea normal y se eviten afecciones como el estreñimiento. Según Mayo Clinic, la fibra promueve el movimiento del material de desecho a través del aparato digestivo y aumenta el volumen de las heces, por lo que el tomate de árbol puede ser benéfico para quienes luchan contra la evacuación irregular.
Este alimento es fuente de vitaminas A y C, por lo que favorece la salud de la piel. Como se sabe, la vitamina C estimula la síntesis de colágeno, proteína que forma parte de la estructura de la piel; por otro, ejerce un papel antioxidante protector de los rayos ultravioleta. Por su parte, la A es una sustancia que el organismo requiere para mantener la integridad de las mucosas, evita la despigmentación, da firmeza, elasticidad y participa en la cicatrización de las heridas.
Las mencionadas vitaminas también realizan otros aportes al organismo y es que ayudan a subir las defensas, fortaleciendo el sistema inmune. Además, según Tua Saúde, este fruto posee ácido rosmarínico, un polifenol con propiedades antivirales, antioxidantes y antibacterianas.
Para obtener cualquiera de sus beneficios, este fruto se puede consumir de varias formas. La opción más sencilla es comerlo sin ninguna preparación, separando la cáscara que normalmente es amarga. Tanto la pulpa como las semillas son comestibles. De igual forma, la pulpa se puede mezclar en batidos y zumos de frutas o preparar un jugo solo con agua.