Las vitaminas son nutrientes clave para el organismo. Se trata de sustancias orgánicas presentes en cantidades pequeñas en los alimentos, pero necesarias para el metabolismo, debido a que participan en procesos como el desempeño celular, el crecimiento y el desarrollo de las personas.

Existen dos tipos: liposolubles e hidrosolubles. Las primeras se almacenan en el hígado, el tejido graso y los músculos, y son la A, D, E y K; mientras las segundas el cuerpo no las guarda e incluyen la vitamina C y todas las del grupo B, precisa la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

Dado que los excedentes de estos nutrientes son eliminados a través de la orina, se deben consumir a diario para evitar deficiencias que ocasionan problemas de salud. La única vitamina que se almacena en el hígado durante años es la B12.

Las frutas cítricas, entre ellas la naranja, le aportan gran cantidad de vitamina C al organismo. | Foto: voloshin311/Getty Images

En total son 13 las vitaminas que el organismo requiere para funcionar de manera apropiada y es a través de una alimentación que equilibrada que pueden obtenerse. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), asegura que ponerle a los platos color verde, amarillo, naranja, rojo o púrpura ayuda a mantener a las personas sanas, además de que añade sabor y textura a las comidas.

La importancia de la vitamina C

En esa lista una que no debe faltar en el organismo es la C, la cual es necesaria para el crecimiento y desarrollo normales. Participa en la reparación de tejidos en todas las partes del cuerpo. Se utiliza para:

  • Formar una proteína importante utilizada para producir la piel, los tendones, los ligamentos y los vasos sanguíneos
  • Sanar heridas y formar tejido cicatricial
  • Reparar y mantener el cartílago, los huesos y los dientes
  • Ayudar a la absorción del hierro

Esta vitamina es una de muchos antioxidantes, los cuales son nutrientes que bloquean parte del daño causado por los radicales libres, que se producen cuando el cuerpo descompone el alimento o cuando la persona está expuesta al humo del tabaco o a la radiación.

Este nutriente es soluble en agua (se disuelve en agua) y se debe tomar todos los días. | Foto: Libre de derechos

La acumulación de radicales libres con el tiempo es ampliamente responsable del proceso de envejecimiento y además pueden jugar un papel importante en el desarrollo de enfermedades como el cáncer, afecciones del corazón y los trastornos como la artritis.

El cuerpo no produce la vitamina C, ni tampoco la almacena. Por lo tanto, es importante incluir muchos alimentos que la contengan en la dieta diaria.

Fuentes alimenticias

Todas las frutas y verduras contienen alguna cantidad de vitamina C, pero las que más la contienen son las siguientes.

  • Melón cantalupo
  • Frutas y jugos de cítricos, como las naranjas y toronjas (pomelos)
  • Kiwi
  • Mango
  • Papaya
  • Piña
  • Fresas, frambuesas, moras y arándanos
  • Sandía o melón

Las verduras con alta cantidad de este nutriente son:

  • Brócoli, coles de Bruselas y coliflor
  • Pimientos rojos y verdes
  • Espinaca, repollo, nabos verdes y otras verduras de hoja
  • Papa o patata blanca y la dulce (camote)
  • Tomates y su jugo
  • Cidrayote
Los cítricos con ricos en vitamina C que le ofrece diversos beneficios al organismo. | Foto: &#169 Getty Images

De acuerdo con el instituto de investigación Mayo Clinic, la mayoría de las personas obtiene suficiente vitamina C con una dieta saludable y su deficiencia en más probable en personas que:

  • Fuman o están expuestas al tabaquismo pasivo
  • Tienen una dieta limitada que no incluye frutas y verduras regularmente

Los especialistas aseguran que la deficiencia grave de este nutriente puede provocar una enfermedad llamada escorbuto, que causa anemia, sangrado de las encías, hematomas y mala cicatrización de heridas.

Una de las recomendaciones es que si se toma vitamina C por sus propiedades antioxidantes, es importante tener en cuenta que es posible que el suplemento no ofrezca los mismos beneficios que los antioxidantes naturales presentes en los alimentos. La cantidad diaria recomendada de esta sustancia es de 90 miligramos para hombres adultos y 75 para mujeres adultas.