El transcurrir de los años viene de la mano del envejecimiento; el cuerpo humano va sufriendo ciertos cambios degenerativos, producidos a partir del descenso en producción de muchas sustancias y elementos que son vitales para que la apariencia humana permanezca en un aspecto joven y cuidado.
Distintas personas consideran que esto se trata solo de la aparición de arrugas o marcas de expresión; sin embargo, el envejecimiento del cuerpo humano también es interno, y se nota a partir de las dificultades para realizar algunos procesos o actividades que antes eran cotidianos.
Una cierta parte de los beneficios que son disfrutados durante el periodo de la juventud provienen del colágeno, encargado no solo de brindar un aspecto rejuvenecido para la piel, sino también de unir las articulaciones y distintas estructuras óseas del cuerpo humano, sin embargo, esta sustancia con el paso de la edad deja de ser producida en grandes cantidades, por lo que el organismo empieza a sufrir algunas afectaciones.
Es por esto que a lo largo de toda la vida, la alimentación juega un papel clave en el mantenimiento de un cuerpo sano y saludable, para así evitar debilidad general, o incluso la aparición de enfermedades degenerativas, como lo puede ser la artritis.
Ante esta falta de producción durante la llegada a la tercera edad, se vuelve vital que las personas obtengan el colágeno por medio de su consumo diario, y de la obtención general de algunos nutrientes, vitaminas y minerales a través de algunos alimentos.
Es por esto que a lo largo de la vida, la alimentación juega un papel clave en el mantenimiento de un cuerpo sano y saludable, generando que cada vez más especialistas y analistas estudien en profundidad el impacto de algunos alimentos en el organismo, y así poder realizar una serie de recomendaciones.
Incluso el consumo de algunas verduras en el ciclo de alimentación puede llevar a que el cuerpo impulse la producción de colágeno de manera natural, como lo señala el portal El Universo.
Una de ellas es la cebolla, que viene en numerosas presentaciones y preparaciones, siendo capaz de ayudar en la producción de colágeno y es rico en vitaminas B, C, D y E.
Este vegetal, que tradicionalmente se ha utilizado para sazonar y darles sabor a los alimentos, posee propiedades diuréticas, antivirales, antifúngicas, antibacterianas y antioxidantes, entre otras, según el portal de salud Tua Saúde. Es una hortaliza que aporta una importante cantidad de agua, es baja en calorías y rica en fibra y potasio.
La Fundación Española del Corazón asegura que es fuente de calcio, hierro, magnesio y fósforo y de vitaminas del grupo B, así como de la C y E, las cuales le otorgan propiedades antioxidantes, lo que la convierten en una opción muy viable para la salud cardiovascular y para cuidar la condición de la sangre.
A su vez, por ser rica en antioxidantes, los cuales protegen las células del organismo del daño causado por los radicales libres, la cebolla ayuda a cuidar la salud de la piel, previniendo la aparición temprana de arrugas y otros signos de la edad.
Contraindicaciones del consumo de cebolla en exceso
Si bien se trata de un alimento que brinda muchos beneficios, también es importante prestar atención a algunos aspectos antes de realizar un consumo regular de este alimento, para evitar efectos negativos.
Por ejemplo, hay personas que sufren de alergias o presentan intolerancia a la cebolla. Cuando esto ocurre, es posible que este alimento produzca diarrea, hinchazón o gases intestinales. Otras son alérgicas a este alimento y es posible que presenten hormigueo en la boca, hinchazón de las vías respiratorias o dificultad para respirar. En ambos casos, es importante acudir al médico si se evidencian reacciones adversas.
Otro aspecto a tener en cuenta es que si su consumo es excesivo genera hipoglucemia en aquellas personas con bajos niveles de glucosa. Por último, la cebolla genera mal aliento debido a su contenido en azufre, especialmente si se consume cruda.
La cantidad para obtener sus beneficios todavía no está establecida, pero hay algunos estudios que indican que deberían ser al menos 25 gramos por día, señala Tua Saúde.