El cansancio y debilidad son la falta de energía y de motivación y, pueden ser una respuesta normal e importante al esfuerzo físico, al estrés emocional, al aburrimiento o a la falta de sueño, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Asimismo, indicó que la fatiga es un síntoma común y por lo regular no se debe a una enfermedad seria, pero puede ser un signo de un trastorno físico o mental más grave.
De hecho, cuando la fatiga no se alivia con dormir bien, nutrirse bien o tener un ambiente de bajo estrés debe ser evaluada por su proveedor de atención médica.
Además, explicó que existen muchas causas posibles de la fatiga, por ejemplo:
- Anemia (incluso anemia ferropénica).
- Depresión o aflicción.
- Deficiencia de hierro (sin anemia).
- Medicamentos, como sedantes o antidepresivos.
- Dolor persistente.
- Trastornos del sueño, como insomnio, apnea obstructiva del sueño o narcolepsia.
- Glándula tiroides poco activa o hiperactiva.
- Consumo de alcohol o de drogas, como cocaína o narcóticos, especialmente si se utilizan con frecuencia.
Además, indicó que la fatiga también puede ocurrir con las siguientes enfermedades:
- Enfermedad de Addison (un trastorno que ocurre cuando las glándulas suprarrenales no producen suficientes hormonas).
- Anorexia u otros trastornos alimentarios.
- Artritis, principalmente en adultos o artritis reumatoidea juvenil.
- Enfermedades autoinmunitarias como el lupus eritematoso sistémico.
- Cáncer.
- Covid-19.
- Diabetes.
- Fibromialgia.
- Insuficiencia cardíaca.
- Infección, especialmente una que demora mucho tiempo para recuperarse o tratar, como la endocarditis bacteriana (infección del miocardio o de las válvulas del corazón), infecciones parasitarias, hepatitis, VIH/sida, tuberculosis y mononucleosis.
- Enfermedad renal.
- Enfermedad hepática.
- Desnutrición.
Por tal razón, la biblioteca señaló en su portal web que algunos consejos para reducir la fatiga son:
- Dormir bien todas las noches: La mayoría de los adultos necesitan de siete a ocho horas de sueño por noche para una buena salud y funcionamiento mental.
- Tener una dieta saludable: esta debe incluir al menos 400 g (o sea, cinco porciones) de frutas y hortalizas al día, menos del 10 % de la ingesta calórica total de azúcares libres, menos del 30 % de la ingesta calórica diaria procedente de grasas y menos de cinco gramos de sal (aproximadamente una cucharadita) al día y la sal debería ser yodada.
- Beber agua: el consumo diario de este líquido es diferente para los hombres y para las mujeres, puesto que existen diferencias entre la ingesta, pero por lo general la mayoría de los hombres necesita aproximadamente 13 tazas de líquido al día y la mayoría de las mujeres necesita aproximadamente nueve.
- Hacer ejercicio regularmente: la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiendan por lo menos de 150 a 300 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada o vigorosa por semana para todos los adultos, incluidas las personas que viven con afecciones crónicas o discapacidad, y un promedio de 60 minutos al día para los niños y adolescentes.
- Aprender formas de relajación como yoga o meditación.
- Mantener un horario de trabajo y personal razonable.
- De ser posible, cambiar o reducir las situaciones estresantes. Por ejemplo, cambiar de trabajo, tomar vacaciones y resolver los problemas en la relación de pareja, familiar o de amigos.
- Consumir vitaminas: existen 13 vitaminas esenciales, las cuales son:
- Vitamina A.
- Vitamina C.
- Vitamina D.
- Vitamina E.
- Vitamina K.
- Vitamina B1 (tiamina).
- Vitamina B2 (riboflavina).
- Vitamina B3 (niacina).
- Vitamina B6 (piridoxina).
- Vitamina B12 (cianocobalamina).
- Folato (ácido fólico y B9).
- Ácido patoténico (B5).
- Biotina (B6).
- Evitar el consumo de alcohol, nicotina y drogas.
De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y por ello lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.