La carne de cerdo es uno de los alimentos que forman parte de la dieta de los hogares en varios países del mundo, aunque sobre este producto existen varios mitos que hacen dudar sobre si su consumo es adecuado.
Para el portal Porcicultura, la carne de cerdo es un alimento rico en proteínas, vitaminas y minerales, además de ser ideal para el mantenimiento de los huesos; y durante el embarazo y la lactancia proporciona nutrientes necesarios tanto para la madre como para el bebé, mientras esté siendo amamantado.
Adicionalmente, el portal destaca que el alimento “contiene un 18-20 % de proteínas de alto valor biológico. Prácticamente no tiene hidratos de carbono, que se pueden complementar al cocinar. Es rica en vitaminas del grupo B y en minerales como hierro, zinc, fósforo y potasio”.
Además, es bajo en sodio, y la cantidad de purinas, que son precursoras del ácido úrico, es moderada. Tiene entre 120 y 330 kilocalorías por cada 100 gramos, sobre todo en las partes magras.
También, se suele decir que esta carne tiene un alto contenido de grasa, “por lo cual es dañina para la salud, en especial para aquellas personas que sufren de afecciones cardiacas, lo cierto es que nos encontramos ante el alimento de origen animal de mayor contenido en vitamina B1, beneficiosa para la salud cardiovascular, así como para metabolizar los carbohidratos y producir energía”.
“Al mismo tiempo, presenta en su composición nutricional importantes dosis de riboflavina y niacina que contribuirán al correcto funcionamiento de nuestro sistema nervioso”, agrega la plataforma.
De igual manera, es necesario destacar que al preparar carne cerdo hay que tener mucho cuidado porque cuando esta queda mal cocida puede generar graves consecuencias a la salud.
En este sentido, el portal Buenazo señala que consumir carne de cerdo mal cocida puede provocar salmonelosis, una enfermedad causada por la bacteria Salmonella y que vive en el tracto intestinal de algunos mamíferos y aves. Esta afección suele ocasionar diarrea, fiebre y dolores estomacales.
¿Quiénes deben evitar la carne?
Todos los seres humanos deberían limitar la ingesta de carne; sin embargo, existen algunas personas que radicalmente lo deberían hacer por su condición de salud.
1. Los pacientes con diabetes. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) aseguran que la diabetes es una enfermedad crónica que altera la forma en la que el cuerpo obtiene energía; tras la descomposición de alimentos, la glucosa pasa al torrente sanguíneo y es a través de la insulina que las células la obtienen, pero resulta que cuando se resisten a ella, provocan la conocida diabetes tipo II.
Quienes tienen un diagnóstico de diabetes tienen una dieta estricta, como el consumo de aquellos alimentos que son ricos en fibras como los cereales integrales (avena), ya que no solo benefician el tratamiento de la diabetes, sino que contrarrestan el estreñimiento que afecta a gran parte de la población.
Asimismo, no cualquier tipo de carne debe ser incluida en este plan de alimentación. A la lista se puede añadir el pescado que es rico en omega-3, que al ser grasa poliinsaturada ayuda a reducir el riesgo de padecer cardiopatías. Es entonces que el aguacate y las nueces pueden ser otra gran opción.
El portal de salud Tua Saúde explica que la carne debe ser baja en grasa, el pollo o el pavo sin piel. Esto debe ser revisado por un nutricionista.
2. Pacientes con el síndrome de alfa-gal. La Clínica Mayo señala que esta afección es una alergia a los alimentos, más exactamente a la carne roja y sus derivados. La institución de salud menciona que la principal causa es la picadura de una garrapata estrella solitaria que impacta el sistema inmunitario, causando este tipo de reacciones.
Los signos suelen aparecer de manera tardía, siendo los dolores de cabeza, la falta de aire, la comezón, entre otras, las más destacables.
Es entonces que no existe ninguna persona que esté exenta de desarrollar cualquier tipo de cáncer; sin embargo, quienes tienen antecedentes familiares de cáncer de colon, por ejemplo, pueden verse más afectados tras consumir carne.