Generalmente, la distensión abdominal se debe a indigestión, pesadez y llenura o a la acumulación de gases en el estómago y los intestinos. “La distensión abdominal producto de comer una comida pesada desaparecerá cuando usted digiera el alimento. Comer porciones más pequeñas ayuda a prevenir la hinchazón”, explica Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
La hinchazón del abdomen no es un signo de preocupación si está asociado con el consumo de algunos alimentos, si no empeora y si su duración es corta, máximo de dos días. De acuerdo con el portal especializado Medical News Today, algunas de las causas de la distensión abdominal son gases, indigestión, infecciones, sobrecrecimiento de bacterias en el intestino delgado (SIBO), retención de líquidos, intolerancia a los alimentos, gastroparesia, entre otros. No obstante, en algunos casos, la hinchazón abdominal también puede deberse a algunas enfermedades.
Síndrome del intestino irritable
En algunas ocasiones, las personas pueden presentar síntomas que signifiquen que el colon está teniendo dificultades para funcionar en forma correcta. Hay quienes sufren de constante inflamación abdominal o malestar estomacal después de cada comida. A continuación, Mayo Clinic menciona algunos de los síntomas que indican el síndrome de intestino irritable (colon irritable) y otros problemas relacionados con esta parte del sistema digestivo.
El síndrome del intestino irritable presenta los siguientes síntomas:
- Dolor abdominal: esta es una de las señales principales que alertan sobre el estado del intestino. Aunque es normal sentir pesadez y llenura después de haber comido una ingesta grande, que se convierta en algo persistente lo convierte en algo preocupante.
- Hinchazón: a veces, las personas se sienten hinchadas a pesar de no haber comido nada. Esa sensación es un signo de alerta que implica que hay algo que está afectando al colon.
- Diarrea: es normal que, en ocasiones, algunos alimentos causen diarrea, pero es importante analizar si son productos en específico o es algo que viene sucediendo desde hace tiempo y con qué frecuencia.
- Cólicos y estreñimiento: si al momento, o antes de la deposición, se presentan cólicos, es importante visitar a un médico para conocer qué está pasando en el intestino grueso.
- Cambios en el aspecto de las deposiciones.
- Cambios en la frecuencia para expulsar las heces fecales.
- Mucosidad blanca en las heces.
- Sufrir del colon es algo que suele escucharse en muchas personas. Son pocos los casos en los que los síntomas son graves y los cuales merecen un tratamiento especial para mejorar el estado de salud. Para los casos comunes, se puede controlar el problema a través de cambios en la alimentación y en el estilo de vida de los pacientes.
Ascitis
Esta enfermedad consiste en la acumulación de líquido en el espacio que existe entre el revestimiento del abdomen y los órganos abdominales”, explica Medline Plus. Esto es ocasionado debido a la hipertensión portal y niveles bajos de albúmina. Según se va acumulando el líquido, aumenta el dolor y la inflamación abdominal; incluso el exceso de líquido puede dificultar la respiración, debido a que se comprime la parte inferior de los pulmones.
La Biblioteca señala que algunas afecciones pueden provocar un daño hepático grave y desarrollar una ascitis:
- Infección crónica con hepatitis C o B.
- Consumo excesivo de alcohol durante muchos años.
- Enfermedad del hígado graso (esteatohepatitis no alcohólica o EHNA).
- Cirrosis causada por enfermedades genéticas.
Oclusión intestinal parcial
Esta afección es un bloqueo parcial o total del intestino, la cual es causada por una obstrucción que hay en el camino o un mal funcionamiento del aparato digestivo.
Los síntomas pueden incluir:
- Hinchazón abdominal (distensión).
- Llenura abdominal por gases.
- Dolor abdominal y cólicos.
- Mal aliento.
- Estreñimiento.
- Diarrea.
- Vómitos.