A la uva se les reconoce como una fruta que ofrece una serie de beneficios saludables para el organismo. Estos pequeños frutos tienen un alto contenido de antioxidantes que protegen el cuerpo, según el instituto de investigación Mayo Clinic.
Estos compuestos se encuentran principalmente en la cáscara, el tallo, la hoja y las semillas y no precisamente en la pulpa. De acuerdo con la citada fuente, algunas investigaciones sugieren que las uvas enteras aportan la misma cantidad de antioxidantes que el jugo y el vino, pero tienen el beneficio adicional de proporcionar fibra alimentaria.
No obstante, sus semillas, que la mayoría de las veces se desechan, también brindan una serie de bondades que pueden ser aprovechadas para ayudar a prevenir o tratar algunas afecciones del cuerpo. Esta pepitas tienen una importante cantidad de antioxidantes que le permiten al cuerpo protegerse de los radicales libres, sustancias nocivas que van dañando las células ocasionando la aparición de diversas enfermedades.
Los antioxidantes permiten prevenir el envejecimiento y deterioro prematuro de órganos, tejidos y células, por lo que ayuda a mantener en condiciones saludables. También retrasan signos de envejecimiento que se reflejan particularmente en la piel como es el caso de las arrugas.
Una de las formas de aprovechar las semillas de las uvas es en aceite, el cual es rico en vitamina E, por ejemplo. Además, contiene grasas poliinsaturadas, principalmente omega 6, que cuando se combina con una alimentación saludable y equilibrada, ayuda a mantener la salud del corazón y a evitar el envejecimiento prematuro, asegura el portal de bienestar y salud Tua Saúde.
Dentro de los beneficios que se le atribuyen al aceite de estas semillas están, entre otros, que ayuda a controlar el colesterol, gracias a su riqueza en omega 6, ácido graso poliinsaturado que evita la formación de placas en las arterias, cuidando la salud del corazón, un aspecto que se refuerza con la vitamina E. Estas dos sustancias ayudan a prevenir accidentes cerebrovasculares y aterosclerosis.
Otra de las bondades es que estas semillas favorecen la circulación sanguínea y ayudan a evitar la formación trombos. Los flavonoides que contienen permiten reforzar los vasos sanguíneos haciendo que se fortalezcan.
De igual forma, el portal Mejor con Salud, señala que “diversos estudios han sugerido que algunos de los componentes de las semillas de uva podrían ser beneficiosos para tratar inflamaciones o infecciones, especialmente: artritis, dermatitis, problemas de piel, sinusitis, colitis, gastritis e infección de orina”.
Amigo de la piel
Como resultado de su alta concentración de ácido linoleico, el aceite de semilla de uva es considerado uno de los mejores tratamientos naturales para humectar, reparar, revitalizar y suavizar la piel, asegura una artículo publicado en la revista Glamour, de México.
“Dichas cualidades ayudan a combatir los radicales libres, previniendo el deterioro cutáneo y, por ende, la aparición de líneas de expresión prematuras y estrías, la pérdida de tonicidad y la resequedad, mientras que sus propiedades emolientes, calmantes y curativas favorecen a las pieles grasas, pues no obstruye los poros de la piel”, precisa la publicación.
El aceite de semilla de uva también puede ser usado para hidratar el cabello. Ayuda a prevenir las puntas abiertas, la caída excesiva y las hebras frágiles y quebradizas. Otro de sus beneficios es que contribuye a reducir la caspa y mantener el cuero cabelludo hidratado.
¿Cómo usar este aceite?
Este es un producto que puede obtenerse en tiendas cosméticas o de nutrición y sus presentaciones son en forma líquida o de cápsulas. Para utilizarlo crudo, por ejemplo, se puede añadir una cucharadita en las ensaladas.
Sin embargo, también puede ser una opción para sofreír o cocinar los alimentos, pues es estable a altas temperaturas, según información de Tua Saúde.
Es importante tener en cuenta que si bien se trata de un producto natural que puede ayudar a aliviar o prevenir algunas afecciones en el marco de una dieta equilibrada y la práctica de ejercicio, no es un remedio que cure enfermedades. También es recomendable consultar con un especialista si se pretende realizar algún tratamiento específico con el mismo.