Uno de los alimentos ‘infaltables’ que muchas familias no dejan de consumir es el arroz, pues es un cereal que es de fácil acceso y su capacidad de crecimiento hace que abunde. Además, su popularidad no solo hace parte de la cultura Latinoamericana, sino que aparece en la mayoría de territorios del mundo.
Sin embargo, así como hay diferentes productos que se clasifican por su tamaño, olor, sabor o textura, en el caso del arroz este principalmente es comercializado de dos maneras; la tradicional, cuando el grano del cereal es blanco; la integral, cuando el tono que tiene el alimento que se prepara con agua es más oscuro, parecido al color marrón claro.
Respecto al segundo, estudios de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos consignan que el arroz integral es el más recomendado para llevar una dieta, mucho más si la persona que lo consume sufre de sobrepeso u obesidad.
Es entonces cuando nacen diferentes interrogantes en relación con uno de los cereales con mayor producción mundial, como cuál es la diferencia entre el arroz blanco y el integral.
Teniendo en cuenta datos recopilados por el portal Vitónica, la diferencia que predomina entre los granos del alimento es que cuando son integrales “no están sometidos a ningún tipo de refinamiento o proceso químico”. Por esta razón, el arroz integral tiene un color más oscuro, ya que sigue manteniendo la capa de salvado del grano original.
En otras palabras, es un arroz que viene del campo a la cocina, y por eso es que muchos prefieren introducirlo en sus dietas.
Beneficios para la salud
- Mejora el buen control de la diabetes mellitus, especialmente la de tipo 2, lo que evita grandes oscilaciones de la cantidad de azúcar en sangre. De hecho, previene su rápido avance durante las etapas iniciales.
- Aumenta la sensación precoz de saciedad y facilita el seguimiento de dietas hipocalóricas o de adelgazamiento, por su alto contenido en fibra y su capacidad para absorber agua. Pese a ser integral, da energía y al consumirlo da la sensación de llenado antes de seguir comiendo más alimentos.
- Evita problemas de estreñimiento, aumenta el volumen de las heces y la frecuencia y las consistencias de las deposiciones.
- Menor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares al reducir la cantidad de triglicéridos o colesterol en sangre.
¿Es malo comer todos los días?
La nutricionista Iara Armijos sostiene en El Universal que “no hay ningún problema en comer arroz todos los días, lo importante es la cantidad que consumimos y con qué complementamos nuestro plato”.
Según la experta, el problema no es la cantidad de días a la semana para consumir arroz integral, sino que son los excesos de carbohidratos a lo que se le debe prestar atención.
En efecto, la recomendación está en que el alimento que da alrededor del 20 % del suministro de energía alimentaria del mundo, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), no sea combinado con productos de su mismo grupo.
Armijos dice que para evitar el alto consumo de carbohidratos, se puede acompañar un plato de arroz integral o blanco con “vegetales para darle mayor aporte de fibra, vitaminas y minerales. Por ejemplo, arroz con pimientos, perejil, coliflor o con brócoli”.