La yaca es un alimento que procede de India. Se trata de una fruta que cuenta con una apariencia exótica y cuyo valor nutricional puede resultar muy beneficioso para el organismo.

A pesar de que en Asia resulta un producto común, su consumo no se ha extendido de manera significativa a otras regiones del mundo, por lo que no es fácil de conseguir. Es una fruta que destaca por su color amarillo y por su sabor dulce; aunque también tiene unos toques ácidos, lo cual se da producto de su estado de maduración.

Un artículo publicado en el diario La Vanguardia, de España, indica que su pulpa es lo que más se consume, pero las semillas también son comestibles y ricas en carbohidratos, lípidos y proteínas.

Algunos beneficios para la salud son aumentar los niveles de magnesio, mejorar la inmunidad y promover una buena digestión, por lo que la Organización Mundial de la Salud recomienda su consumo, indica la mencionada publicación.

El portal español Bon Viveur, especializado en información de bienestar y gastronomía, indica que la yaca, también conocida como jaca, nanca, nanjea, panapén, jack o jackfruit, es rica en vitamina B1, niacina, calcio, hierro, ácido fólico, ácido ascórbico, potasio y proteínas favorables para el organismo.

Por esta razón, es una buena fuente de antioxidantes naturales. Asimismo, contribuye a mejorar el sistema digestivo cuando se come con regularidad, debido a su alto contenido de fibras (3,6 gramos por cada 100 gramos).

Es una fruta rica en fibra dietética, lo que hace que sea un buen laxante y es recomendable para las personas con la tensión alta, gracias a su bajo contenido en potasio.

Beneficios saludables

Por otro lado, destaca por su alto contenido de vitamina C, según el portal Mejor con Salud. Dicho elemento cuenta con la capacidad de estimular la función inmune, de acuerdo con una investigación publicada en la revista Nutrients.

Un consumo regular de esta vitamina es capaz de fortalecer el sistema inmunológico y reducir la duración de las infecciones víricas frecuentes que atacan al sistema respiratorio. También facilita el manejo terapéutico de las mismas.

La vitamina C tiene la capacidad de estimular la síntesis de colágeno, sobre todo cuando se consume junto con gelatina, por lo que es una gran amiga del cuidado y protección de la piel. Es importante recordar que el colágeno es la proteína mayoritaria en el cuerpo humano, responsable de la elasticidad de los tejidos conectivos.

Otra de las bondades que se le atribuyen es su aporte para cuidar la visión. Debido a que tiene un alto contenido de vitamina A, esta fruta puede ayudar a mantener una visión saludable y prevenir la ceguera nocturna.

De igual forma, es un alimento que puede ayudar a descansar. Es rico en magnesio, un mineral que consigue impactar la arquitectura del sueño.

“De este modo, comer yaca cerca de las horas nocturnas resulta beneficioso para promocionar una adecuada recuperación nocturna. Hay que tener en cuenta que el magnesio también es capaz de potenciar el efecto de la melatonina, lo que consigue reducir la incidencia de los desórdenes del sueño”, precisa Mejor con Salud.

La yaca se puede consumir cruda, aunque lo más habitual es hacerlo una vez ha sido cocinada. La mejor manera de disfrutarla es retirando las semillas e hirviendo la pulpa durante unos 10 o 15 minutos, para que de esta manera ablande su textura.

También es posible encontrar la yaca ya cocinada y enlatada, lo que permite incluirla en diferentes preparaciones culinarias, aprovechando su sabor y sus propiedades. En la cocina asiática se suele cocinar junto con curry para potenciar sus características organolépticas.