La calabaza es un vegetal reconocido porque se usa con mucha frecuencia como decoración tradicional del 31 de octubre, Día de Brujas. Pero más allá de eso está su aporte nutricional, pues es un alimento bajo en calorías, pero rico en vitaminas y minerales.
El portal Medical News Today asegura que los beneficios que le ofrece este producto al organismo son diversos. Uno de ellos es que el betacaroteno presente en las calabazas puede ayudar a reducir el riesgo de ciertos tipos de cáncer.
Este compuesto es un antioxidante poderoso que da a los vegetales y las frutas su color. El cuerpo convierte cualquier betacaroteno que se ingiere en vitamina A.
“Consumir alimentos con altos volúmenes de betacaroteno puede tener los siguientes beneficios: reducir el riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer, ofrecer protección contra el asma y una enfermedad cardíaca y disminuir el riesgo de degeneración macular relacionada con la edad”, precisa la citada fuente.
De igual forma, la evidencia indica que comer más alimentos vegetales, como la calabaza, disminuye el riesgo de obesidad y mortalidad general. También puede ayudar a una persona a evitar la diabetes y la enfermedad cardíaca, aumentar la energía y tener un índice de masa corporal (IMC) saludable.
Fortalece el sistema inmune
La calabaza contiene una gran cantidad de vitaminas y minerales, y varios de ellos pueden ayudar a fortalecer el sistema inmunológico. La vitamina A, por ejemplo, ayuda a cuidarlo y a combatir el desarrollo de infecciones y virus, precisa Amy Kimberlain, vocera de la Academy of Nutrition and Dietetics, en una publicación de la fundación estadounidense AARP, que atiende a personas mayores de 50 años.
Este vegetal también contiene vitamina C, que aumenta la producción de glóbulos blancos, mejora la eficacia de las células inmunitarias y agiliza la cicatrización de las heridas, agrega. Además, las semillas de calabaza aportan nutrientes favorables para el sistema inmunitario, como el zinc.
Es buena para el corazón
La calabaza es una buena fuente de potasio, que ayuda a regular la presión arterial al contrarrestar el efecto del sodio. Es rica en fibra, que reduce el nivel de colesterol en la sangre. También contiene arginina, un aminoácido que el organismo necesita para producir óxido nítrico, “que es fundamental para la distensión de los vasos sanguíneos y la disminución de la presión arterial”, indica Lyssie Lakatos, nutricionista y coautora del libro The Nutrition Twins’ Veggie Cure.
La calabaza contiene varios antioxidantes que pueden evitar que el colesterol LDL (“malo”) efectúe un proceso llamado oxidación. De acuerdo con la publicación de AARP, la oxidación de las partículas de colesterol LDL puede constreñir los vasos sanguíneos y, a largo plazo, aumentar el riesgo de padecer enfermedades cardíacas.
Controla la diabetes
Medical News Today asegura que incluir calabaza en la dieta puede ayudar a las personas a controlar la diabetes y sus niveles de azúcar en la sangre.
Refiere un estudio de 2019 el cual muestra que una combinación de dos extractos vegetales, uno de los cuales era los polisacáridos de la calabaza, reducía la glucosa en la sangre en ratones. Aunque el estudio no incluyó a humanos, la investigación muestra que estos compuestos vegetales tienen algún potencial para limitar la diabetes tipo 2.
Aliada de la piel
El betacaroteno que contiene este vegetal aporta cierta protección contra los rayos ultravioleta que favorecen la aparición de arrugas, manchas solares y cáncer de piel. De igual forma, las vitaminas C y E son potentes antioxidantes que atenúan los daños causados por los radicales libres y que además favorecen la producción de colágeno, que ayuda a mantener la piel joven y flexible, afirma Lakatos.
Previene el estreñimiento
Este es un alimento suave que cuida y previene el desarrollo de problemas en el sistema digestivo. En artículo publicado en el diario La Vanguardia, de España, asegura que la calabaza está indicada para combatir la gastritis, la úlcera gastroduodenal y el estreñimiento.