Con frecuencia se habla de productos y sustancias que pueden sustituir el azúcar, ayudar a endulzar los alimentos y evitar algunas de las consecuencias negativas que tiene esa sustancia en la salud. Esto es un asunto de especial relevancia, sobre todo para las personas que han sido diagnosticadas con diabetes, pues deben mantener estables sus niveles de glucosa en la sangre.
En esa medida, algunas fuentes sanitarias han advertido que un sustituto viable es el azúcar de coco, que no proviene de la fruta en sí misma, sino de la planta que lo produce.
De acuerdo con la dietista Pilar Rodrigáñez Riccheri, que publicó un artículo sobre esta sustancia en la página web de la empresa española Sol Natural, la mejor manera de endulzar los alimentos es hacerlo con productos naturales.
Esto es importante no solo porque las comidas quedan más dulces, sino porque se trata de sustancias que pueden aportar vitaminas y tienen propiedades antioxidantes.
Rodrigáñez sostuvo que el azúcar de coco se obtiene mediante un proceso de calentamiento del néctar de la flor de coco y advirtió que, una vez se les añade a los alimentos, puede endulzarlos casi de la misma forma que el azúcar de mesa y, en esa medida, no es necesario que haya cambios en las proporciones.
De otro lado, destaca que el azúcar de coco contiene varios nutrientes de gran importancia para la salud y el buen funcionamiento de distintos procesos del organismo humano. Entre otras cosas, sostuvo que contiene varias vitaminas del grupo B, fósforo y magnesio.
Además, indicó que tiene un bajo contenido de fructosa, que es el principal azúcar que se encuentra en las frutas de forma natural. Detalló que su contenido en inulina, un tipo de fibra, ralentiza “la absorción de la glucosa y favorece una mejor microbiota intestinal”.
Para respaldar la idea de que el azúcar de coco puede reemplazar al azúcar de mesa, es clave tener en cuenta su índice glucémico (IG). Este indicador mide qué tan rápido se elevan los niveles de glucosa en la sangre después de que las personas han consumido un alimento determinado.
Según lo explica un artículo de la empresa farmacéutica española Cárdenes Salud, el IG del azúcar de coco es de 35, por lo cual se considera como “bajo”.
Pese a todo, advierte que debe consumirse con moderación, pues sus ventajas comparativas con respecto al azúcar de uso común son limitadas.
“Aunque el azúcar de coco contenga cantidades discretas de nutrientes que nos ayudarán a metabolizarlo mejor y que su índice glucémico sea menor que el de otros edulcorantes, no conviene abusar de su consumo, porque nos aporta el mismo número de calorías que el azúcar de mesa”, señala la nota de Cárdenes Salud.
Por su parte, la dietista Rodrigáñez reconoció que es cierto que el azúcar puede ser más caro que el azúcar de mesa, pero consideró que este dinero extra podría repercutir positivamente en la salud de los pacientes. Y señaló que una alternativa puede ser reducir simplemente el consumo de cualquier tipo de endulzantes.
En efecto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha hecho un llamado para que las personas tengan cuidado a la hora de consumir edulcorantes sin azúcar.
“La recomendación se basa en los hallazgos de una revisión sistemática de la evidencia disponible que sugiere que el uso de edulcorantes sin azúcar (NSS, por sus siglas en inglés) no confiere ningún beneficio a largo plazo en la reducción de la grasa corporal en adultos o niños. Los resultados de la revisión sugieren que puede haber posibles efectos no deseados por el uso a largo plazo de NSS, como un mayor riesgo de diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y mortalidad en adultos”, advirtió la OMS el mes pasado.