De acuerdo con la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor, “el dolor nociplástico es aquel en el que, a pesar de mostrar una función nociceptiva alterada, no hay una activación evidente de los nociceptores o de neuropatía. Esto significa que los receptores del dolor no demuestran actividad al no haber tejido dañado o alguna lesión en el sistema nervioso periférico o central.”
Además, explicó que “el término es bastante actual, y todavía es necesaria más literatura y estudios, pero se utiliza para los casos más complejos de abordar en los que no hay evidencia de daño físico o neuropático, como puede ser la fibromialgia, algunos dolores viscerales, el síndrome de colon irritable o el síndrome de dolor regional complejo”.
La principal característica del dolor nociplástico es que es crónico y esto quiere decir que dura por lo menos más de tres meses; típicamente es persistente y habitualmente desproporcionado frente al estímulo o, a veces, sin estímulo.
Adicional, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, explicó que el dolor crónico puede llevar a problemas económicos o en las relaciones.
Asimismo, dificulta hacer las tareas del trabajo y el hogar, y participar en eventos sociales.
“Algunas investigaciones sugieren que cuanto más intenso es el dolor, más graves serán estos problemas”, señaló la entidad sin ánimo de lucro.
Así las cosas, el doctor José Manuel Santacruz Escudero, médico psiquiatra y de enlace, quien participa en la Semana Mundial del Dolor organizada por Upjohn división de Pfizer, dijo que “realmente es muy diverso y difuso en su localización, no siempre es específica. De hecho, las personas con dolor nociplástico pueden tener dolor simultáneo en diferentes partes del cuerpo. No obstante, se puede presentar con mayor frecuencia en la espalda alta o baja del cuello, dolores de cabeza, dolores en las articulaciones”.
Asimismo, agregó: “como el concepto de dolor nociplástico es relativamente reciente, aún las cifras de incidencia no están bien definidas. Pese a esto, se sabe que el dolor crónico afecta generalmente a una gran proporción de personas, ya que hay reportes que llegan a decir que hasta el 20 % de las personas pueden sufrir de algún tipo de dolor crónico y, más específicamente hay estudios, no verificados en su totalidad, que indican que el dolor nociplástico puede estar entre el 20 % e incluso hasta el 40 % de aquellos que sufren dolor crónico”. Además, señaló que las mujeres informan tener más dolor crónico que los hombres.
Ahora bien, es importante señalar que de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, el dolor crónico no siempre es curable, pero los tratamientos pueden ayudar, incluyendo analgésicos.
También existen tratamientos para el dolor sin medicinas, y el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento de Estados Unidos indicó que estos tratamientos para el dolor crónico sin medicamentos son:
- La biorretroalimentación (llamada “biofeedback” en inglés) ayuda a aprender cómo controlar el ritmo cardíaco, la presión sanguínea, la tensión muscular y otras funciones corporales. Eso puede ayudar a reducir el nivel de dolor y de estrés.
- La terapia cognitivo-conductual que es un tipo de consejería a corto plazo que puede ayudarle a reducir su reacción al dolor.
- La distracción puede ayudar a lidiar con el dolor agudo, entreteniéndole para que no piense en su malestar.
- La estimulación eléctrica de los nervios utiliza impulsos eléctricos para aliviar el dolor.
- La técnica de imágenes guiadas que utiliza pensamientos dirigidos para crear imágenes mentales que puedan ayudar a relajar, manejar la ansiedad, dormir mejor y tener menos dolor.
- La hipnosis que utiliza la atención enfocada para ayudar a manejar el dolor.
- La terapia de masaje que puede relajar la tensión en los músculos apretados.
- La reducción del estrés de mente-cuerpo que combina meditación de atención plena, conciencia corporal y yoga para aumentar la relajación y reducir el dolor.
- La terapia física que utiliza una variedad de técnicas para ayudar a realizar las actividades diarias con menos dolor y le enseña maneras de mejorar la flexibilidad y la fuerza.
De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y por ello lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.