Al final de cada año, muchos terminan con su cuenta de ahorros en ceros o, peor aún, en rojo. La sensación de que la plata se fue sin saber en qué es muy común y los expertos en finanzas personales indican que este es un síntoma claro de una enfermedad: el gasto desmedido, sin conciencia y por impulso. Confirmar el diagnóstico, sin embargo,requiere de una importante prueba: determinar en qué gasta la plata durante un mes a través de un diario que recopile minuciosamente cada entrada y cada egreso de su cuenta. Ese diario financiero fue la solución de Kristin Wong, periodista y autora del libro Get Money: live the life you want, not just the life you can afford para controlar sus gastos. Cuando revisó mes a mes cada compra que había hecho en los últimos 30 días se dio cuenta de que había muchas por impulso, sin tener realmente la necesidad de hacerlo. Más de 600 dólares eran de gastos en Amazon: algunos libros de viajes, unos zapatos y un cepillo eléctrico de dientes. "No eran compras malas, pero no imaginé que fueran a sumar tanto. Era el equivalente a un mes de Mercado", relata.
Esto sucede porque la gente, por lo general, tiene en mente las deudas grandes: el arriendo, el mercado y el pago de la cuota del carro, pero a veces, aquellos gastos menores pueden sumar más al final de mes que los constantes, como le sucedió a Wong. De esa experiencia observó que gran parte de esas compras extra son para solucionar problemas físicos y mentales. En otras palabras gastar es la solución fàcil a muchos problemas. ¿Quiere bajar de peso? Hay que compra una bicicleta estática; ¿Va ir a Ecuador? Tiene que comprar una guía de viajes para no perderse nada. ¿Tiene la autoestima en el piso? La solución es comprar un nuevo atuendo. "La gente soluciona sus problemas de autoestima con la compra de nuevos objetos y así, hasta quedar en ceros", explica. Wong dice que no hay nada malo en gastar, pero puede resultar un hábito casi inconsciente y cuando lo hacemos ni siquiera nos damos cuenta que ello. "Es aún más fácil no darse cuenta cuando es por compras en línea”, dice en su columna del New York Times. A este fenómeno se le conoce en el mundo de las finanzas ‘el efecto latte’, y fue acuñado por David Bach, un experto financiero, que observó que los gastos aparentemente pequeños, como el del café diario, pueden representar sumas importantes a largo plazo. En ese sentido, lo contrario también es cierto: cortar pequeños gastos puede llevar a grandes ahorros. Algunos críticos de esta teoría señalan que ahorrar en esas nimiedades no conduce a ningún lado, pero según Wong el problema no es hacer un gasto de 5.000 pesos sino que al decir “son solo cinco mil pesos” cada gasto de este tipo lleva a que se esfume buena parte del salario sin saber en qué.
Mauricio Giraldo, docente de finanzas del programa de contaduría de la Fundación Universitaria del Área Andina, los llama los gastos hormiga. “Son aquellos montos pequeños pero constantes que se dan a diario y que hacen que el dinero desaparezca rápidamente”, señala. Una manera de ponerle punto final a este gasto aparentemente inofensivo es hacer un seguimiento de las compras en un mes. Hay aplicaciones que ayudan a hacerlo pero también es posible hacerlo a la vieja usanza: con papel y lápiz. El tratamiento es un poco más difícil y consiste en pensar cada vez que esté frente a la posibilidad de gastar en algo, si realmente lo necesita. “Lo más probable es que la respuesta sea negativa”, dice Giraldo. Además da un ejemplo. “Si usted identifica que compra fruta varias veces al día, empiece a comprarla en el mercado a mejor precio”. Otra manera de hacerlo es sacando el ahorro apenas reciba su ingreso mensual. Esto hace José Martínez tan pronto recibe el salario. De esta forma queda asegurado el ahorro mensual antes de que lleguen las tentaciones de gastarlo en cosas innecesarias. “Esto le ayudará a tener el colchón de ahorros que le ayudará a hacer mejores inversiones”, dice.
Wong cree que parte del tratamiento está en ser muy consciente a la hora de los gastos. “Si lo hace se sorprenderá del gran espacio que logra abrir en su presupuesto. Y sugiere seguir haciendo la lista para caer en cuenta. No solo incluya las compras sino también “las cosas que estuvo tentada a comprar y no hizo, con sus respectivas emociones y justificaciones para hacerlo”. Aunque parece muy emocional, la experta recuerda que todo lo que tiene que ver con finanzas lo es. Por último, revise lo que gasta al día, a la semana y al mes y decida si fue mucho o poco. Si la respuesta es mucho, es hora de empezar a gastar menos el próximo mes. Para evitar que la vida sea aburrida y rígida en este esquema algunos sugieren destinar un monto mensual para esos antojos y regalos. En este tema las palabras claves son balance y conciencia. No solo sabrá que su dinero no se lo robaron sino también es posible que al finalizar el próximo año tenga un ahorro para una inversión o para cumplir un sueño importante.