Esta semana la agencia encargada de la regulación de los medicamentos en Estados Unidos (FDA), informó sobre los riesgos de desarrollar el síndrome de Guillain-Barré (GBS, por sus siglas en inglés), al recibir la vacuna contra la covid-19 de Johnson & Johnson. Pero, ¿qué es esta enfermedad y cuáles son sus síntomas?
El síndrome de Guillain-Barré, es una rara afección neurológica que afecta el sistema nervioso y ocasiona parálisis progresiva en los músculos del cuerpo.
Sobre la enfermedad que fue identificada y es estudiada desde mediados del siglo XIX, se sabe que afecta el sistema inmunitario y una parte del sistema nervioso periférico, que es el encargado de conectar los órganos, las extremidades y la piel con el sistema nervioso central.
Específicamente se sabe que afecta la mielina, una capa aislante que cubre los nervios, y como resultado de esta afectación, los nervios resultan incapaces de transmitir señales de una manera eficiente. De ahí que los músculos pierden su capacidad de responder, causando en la persona la sensación de debilidad.
Además, al cerebro recibir cada vez menos señales del resto del cuerpo, puede ocurrir que el individuo deje de percibir texturas, y pierda también sensibilidad ante el calor y el dolor.
Hasta la fecha se desconoce la causa de este síndrome. Lo que sí se ha podido identificar al estudiarlo es que en algunas ocasiones se desliga de una infección respiratoria o gastrointestinal, y que puede producirse también una vacuna o una intervención quirúrgica.
Este trastorno suele manifestarse con hormigueo y debilitamiento principalmente en las extremidades inferiores del cuerpo, pies y piernas, y se va extendiendo al resto del cuerpo. Aunque también existen casos de pacientes a quienes se les manifiesta primero en los brazos o la cara. A medida que la enfermedad avanza puede desencadenar parálisis en la persona.
De acuerdo con la Clínica Mayo de Estados Unidos, esto son algunas de las señales y síntomas que pueden presentar las personas que tengan el síndrome: sensación de hormigueo en manos, pies, tobillos o muñecas. Debilidad en las extremidades del cuerpo. Inestabilidad para caminar o moverse. Dificultad para hablar, masticar o tragar.
Además también se puede presentar visión doble o incapacidad de mover los ojos, dolor intenso, problemas para controlar la vejiga o la función intestinal, frecuencia cardíaca acelerada, presión arterial alta o baja y dificultad para respirar.
La observación de varios años de esta enfermedad, ha permitido a los médicos determinar que los síntomas pueden agravarse con rapidez, para luego estabilizarse, lo que ocasiona una recuperación que puede tomar de semanas a periodos más largos de tiempo, entre meses y años.
A pesar de los datos que se conocen, es un trastorno difícil de diagnosticar. “Dentro de los exámenes médicos posibles se incluyen exámenes neurológicos y una punción lumbar”, de acuerdo con el Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares de Estados Unidos.
Aunque se habla ahora del GBS, por su incidencia en personas que han recibido la vacuna de J&J, el síndrome también puede aparecer a causa de la infección por Covid-19. Es importante tener en cuenta que puede afectar a personas de cualquier edad, aunque el riesgo aumenta en personas mayores, y es más frecuente en hombres que en mujeres.
Según la OMS aunque los casos graves son pocos, es una afección que puede resultar mortal. Por eso es importante su detección temprana, pues aunque no existe una cura si se pueden implementar tratamiento, que se basa principalmente en medidas de apoyo e inmunoterapia, para mejorar los síntomas y acortar la duración de la enfermedad.