La enfermedad celíaca es una afección del sistema inmune en la que las personas no pueden consumir gluten porque daña gravemente su intestino delgado.

Tampoco es recomendable esta proteína para quienes padecen de un trastorno en la piel conocido como dermatitis herpetiforme, según la Clínica Mayo. Una dieta sin gluten también puede ser beneficiosa para algunas personas con síndrome de colon irritable, trastorno neurológico de ataxia por gluten, diabetes tipo 1 y enteropatía asociada al VIH.

La enfermedad celíaca es congénita. Los análisis de sangre de los pacientes pueden ayudar al médico a diagnosticar la enfermedad. El médico también podría examinar a las posibles personas con celiaquía, pidiéndoles una pequeña muestra de tejido del intestino delgado.

Los síntomas pueden darse en el sistema digestivo o en otras partes del cuerpo. Una persona puede tener dolor abdominal y diarrea o estreñimiento, mientras que otra puede sentirse irritable o deprimida. Es por esto que la enfermedad celíaca afecta a las personas de manera diferente. Por ejemplo, la irritabilidad es uno de los síntomas más comunes en los niños.

A largo plazo, la celiaquía daña el revestimiento del intestino delgado e impide que este órgano absorba algunos nutrientes. Esto puede causar diarrea, fatiga, pérdida de peso, hinchazón anemia y complicaciones graves en el organismo, explica Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro, dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.

Es posible que muchas personas sufran de enfermedad celíaca y no lo sepan por lo que es importante prestar atención a signos que evidencian la intolerancia al gluten.

En algunos casos, puede presentarse una sintomatología que no está relacionada con el sistema digestivo, dentro de los cuales están los siguientes:

  • Anemia, generalmente por deficiencia de hierro
  • Pérdida de densidad ósea (osteoporosis) o reblandecimiento óseo (osteomalacia)
  • Erupción cutánea con picazón y ampollas (dermatitis herpetiforme)
  • Úlceras en la boca
  • Dolores de cabeza y fatiga
  • Lesión del sistema nervioso, incluidos entumecimiento y hormigueo en los pies y las manos, posibles problemas con el equilibrio y deterioro cognitivo
  • Dolor articular
  • Disminución del funcionamiento del bazo (hipoesplenismo)
  • Diarrea, estreñimiento, heces fétidas o grasas, náuseas o vómitos
  • Comportamiento irritable o melindroso
  • Aumento deficiente de peso
  • Crecimiento lento y estatura por debajo de lo normal para su edad

Lo que recomiendan los expertos es una dieta estricta sin gluten, para poder aliviar los síntomas.

El glutén

El gluten es una proteína que está presente en alimentos como el trigo, el centeno y la cebada. También puede encontrarse en suplementos, vitaminas, productos para el cabello y la piel, crema de dientes y bálsamos labiales.

Su función es ayudar a que la masa se esponje y evitar que el pan se desarme, pues hace que adquiera consistencia y mejora su sabor. Es frecuente que también se le añada a otros alimentos como cereales, pastas y productos de repostería, para mejorar su textura.

Si una persona sospecha que es intolerante al gluten deben consultar al médico, incluso antes de intentar eliminarlo totalmente de la dieta, según recomiendan los especialistas.

Según American Cancer Society, la mayoría de las personas pueden consumir gluten. Sin embargo, es una proteína que está prohibida para quienes padecen enfermedad celíaca, un padecimiento autoinmune que hace que el sistema inmunológico ataque el tracto digestivo después de consumir gluten.