Aunque su nombre es un poco extraño, esta enfermedad es muy frecuente en bebés y niños menores de cinco años. Es una afección que puede durar hasta diez días. Es importante que los padres conozcan los síntomas para que acudan inmediatamente a un centro de salud:

Llagas

Los niños pueden tener llagas que causan mucho dolor en la boca. Pueden formarse en la lengua o dentro de la boca. Los síntomas que se presentan son:

  • Dejar de comer o beber.
  • Babear más de lo habitual.
  • Querer beber solamente líquidos fríos.
Consejos para cuidar a un bebé. | Foto: Getty Images

Sarpullido

Los niños pueden tener sarpullido en las palmas de las manos, en las plantas de pies, piernas, brazos y nalgas. Es importante observar si hay manchas rojas planas o ampollas.

El sarpullido puede presentarse en varias partes del cuerpo.

Fiebre

Se pueden manifestar síntomas muy similares a los de la influenza. Estos incluyen:

  • Fiebre.
  • Dolor de garganta.
  • Malestar.

Es importante que los padres y cuidadores presten atención a los cambios de comportamiento de sus hijos y los signos que pueden alarmar sobre la enfermedad de manos pies y boca. Se debe acudir a un centro de salud. No es recomendable dar medicamentos o tratamientos caseros, sino recibir atención médica profesional, para evitar complicaciones de salud en los niños.

La fiebre normalmente es causada por una infección. | Foto: copyright2015r.nelson/Getty Images

Fiebre reumática en niños, una afección peligrosa

La fiebre reumática es una enfermedad inflamatoria que ocurre cuando no se trata efectivamente la amigdalitis estreptocócica o la escarlatina. Es crucial prestar atención a ella, ya que puede causar graves afectaciones a la salud en corazón, piel, cerebro y articulaciones.

“Existen pocas probabilidades de padecer fiebre reumática cuando la amigdalitis estreptocócica se trata oportunamente con antibióticos y se toman todos los medicamentos según las indicaciones”, apunta Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.

De acuerdo con Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, los niños son los más afectados, principalmente los que se encuentran entre cinco y quince años que hayan tenido faringitis estreptocócica o escarlatina.

En palabras de Mayo Clinic, los síntomas que puede causar la fiebre reumática:

  • “Fiebre.
  • Articulaciones dolorosas y sensibles, con mayor frecuencia en las rodillas, los tobillos, los codos y las muñecas.
  • Dolor en una articulación que migra a otra articulación.
  • Articulaciones rojas, calientes o inflamadas.
  • Dolor de pecho.
  • Fatiga.
  • Erupción cutánea plana o ligeramente elevada, indolora, con un borde irregular.
  • Soplo cardíaco.
  • Movimientos corporales espasmódicos e incontrolables (corea de Sydenham), con mayor frecuencia en las manos, los pies y la cara.
  • Estallidos de conducta inusual, como llanto o risa inapropiada, que acompañan a la corea de Sydenham.
  • Protuberancias pequeñas e indoloras debajo de la piel”.

Ansiedad en niños

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) explican que es normal que los niños tengan los miedos típicos de pequeños, por ejemplo, de separarse de sus padres. Sin embargo, se debe prestar atención a algunas señales que pueden advertir sobre ansiedad. En caso de observar alguna, lo recomendable es consultar a un doctor para que brinde un diagnóstico profesional correcto.

Algunos ejemplos que pueden indicar síntomas son los siguientes:

  • “Sentir miedo al estar separado de los padres (ansiedad de separación).
  • Sentir un miedo extremo acerca de una situación o algo específico, como perros, insectos o ir al doctor (fobias).
  • Sentir mucho miedo de la escuela o de otros lugares donde haya personas (ansiedad social).
  • Estar muy preocupado por el futuro y acerca de que sucedan cosas malas (ansiedad general).
  • Presentar reiterados episodios de miedo intenso, repentino e inesperado, que se producen con síntomas como palpitaciones del corazón o dificultad para respirar, o sentirse mareado, tembloroso o sudoroso (trastorno de pánico)”.
  • Los niños pueden estar irritables y enfadados.
  • Algunos niños pueden ser reservados y no comunicar nada.