Las vasculitis es una enfermedad que consiste en la inflamación de los vasos sanguíneos, y puede engrosar las paredes de estos vasos, reduciendo el ancho del conducto interior.

El gran problema es que, cuando se restringe el flujo sanguíneo, se pueden llegar a dañar los órganos y tejidos del cuerpo humano.

Recientemente, se conoció el caso del actor Ashton Kutcher, quien reveló a sus fanáticos que hace algunos años había sido diagnosticado con esta rara enfermedad.

De hecho, el protagonista de ‘Two and a Half Men’ dijo en un programa de televisión que tiene “suerte de estar vivo”, luego de que la vasculitis afectara su visión, oído y equilibrio.

Pero, ¿qué tan peligrosa, común y tratable es esta afección? Pues bien, existen muchos tipos de vasculitis y la mayoría son poco frecuentes.

Asimismo, la enfermedad puede afectar a un solo órgano o a varios al tiempo, y tiene la posibilidad de estar en el organismo por poco o mucho tiempo.

Aunque los expertos afirman que la vasculitis puede darse en cualquier persona, sí hay algunos tipos que son más frecuentes entre ciertas edades.

No obstante, la gran variedad de tipos de la enfermedad también permite que haya algunas que puedan presentar mejoría sin tratamiento, pero la mayoría requiere fármacos para controlar la inflamación.

Tipos de vasculitis

De acuerdo con la Clínica Mayo, estos son los tipos de vasculitis conocidos en la actualidad:

  • Arteritis de células gigantes: inflamación de la capa que recubre las arterias.
  • Arteritis de Takayasu: la inflamación daña la arteria grande que lleva la sangre del corazón al resto del cuerpo (aorta) y sus ramas principales.
  • Crioglobulinemia: grupos de proteínas gelatinosas que pueden impedir la circulación de la sangre.
  • Enfermedad de Behcet: inflamación de los vasos sanguíneos en todo el cuerpo.
  • Enfermedad de Buerger: los vasos sanguíneos se inflaman, se hinchan y pueden bloquearse con coágulos sanguíneos (trombos).
  • Enfermedad de Kawasaki: suele provocar en niños la inflamación de las arterias coronarias, que suministran sangre oxigenada al corazón.
  • Granulomatosis con poliangitis: causa la inflamación de los vasos sanguíneos de la nariz, los senos nasales, la garganta, los pulmones y los riñones.
  • Púrpura de Henoch-Schönlein: hace que los pequeños vasos sanguíneos de la piel, las articulaciones, los intestinos y los riñones se inflamen y sangren.
  • Síndrome de Churg-Strauss: caracterizado por la inflamación de los vasos sanguíneos.
El gran problema de la vasculitis es que, cuando se restringe el flujo sanguíneo de esta forma, se pueden llegar a dañar los órganos y tejidos del cuerpo humano. | Foto: Haag & Kropp GbR

Síntomas y signos de alerta

La Clínica también referencia algunos signos y síntomas generales, presentes en la mayoría de tipos de vasculitis.

Estos pueden incluir la fiebre, el dolor de cabeza, la fatiga, pérdida de peso y las molestias y dolores generales.

Otros signos y síntomas se relacionan con las partes del cuerpo afectadas y abarcan los siguientes:

  • Aparato digestivo

Si el estómago o los intestinos están afectados, el paciente puede sientas dolor después de comer. Es posible que se produzcan úlceras o perforaciones y, como consecuencia, que haya sangre en las heces.

  • Oídos

Es posible que la persona sufra de mareos, zumbidos en los oídos -también conocidos como tinnitus- y pérdida auditiva abrupta.

  • Ojos

La vasculitis puede provocar que los ojos se vean rojos, piquen o ardan. La arteritis de células gigantes puede provocar visión doble y pérdida temporal o permanente de la visión en uno o ambos ojos.

A veces este es el primer signo de la enfermedad, y fue el que presentó el actor estadounidense.

  • Manos o pies

Algunos tipos de vasculitis pueden causar entumecimiento o debilidad en una mano o en un pie. Las palmas de las manos y las plantas de los pies pueden hincharse o endurecerse.

  • Pulmones

Es posible que a la persona que padece la enfermedad le falte el aire e incluso tosa sangre si la vasculitis afecta los pulmones.

  • Piel

El sangrado debajo de la piel puede verse como manchas rojas. La vasculitis también puede provocar protuberancias o llagas abiertas en la piel.

La recomendación de los expertos en el caso de que una persona presente síntomas de la vasculitis es consecuente con las demás afecciones: lo importante es consultar a tiempo.

La insistencia de los profesionales de la salud en que las personas no dejen pasar ningún signo de alerta, por más pequeño que sea, recae en que algunos tipos de vasculitis pueden empeorar rápidamente.

Por esto, un diagnóstico temprano de la enfermedad puede aumentar las probabilidades de éxito del tratamiento.

Las complicaciones de la vasculitis pueden ir desde daño en los órganos, coágulos sanguíneos y aneurismas hasta la pérdida de la visión o ceguera y la propensión a las infecciones por el medicamento.

Causas

Aunque la Clínica Mayo afirma que no se conoce a cabalidad cuál es la causa exacta de esta rara enfermedad, algunos tipos se relacionan con la genética del paciente.

Otros tienen que ver con un ataque del sistema inmunitario a las propias células de los vasos sanguíneos por error.

Los posibles desencadenantes de esta reacción del sistema inmunitario son los siguientes:

  • Infecciones, como la hepatitis B y la hepatitis C.
  • Cánceres de la sangre.
  • Enfermedades del sistema inmunitario, como artritis reumatoide, lupus y esclerodermia.
  • Reacciones a ciertos medicamentos.