La papada es una acumulación de grasa que se ubica debajo de la barbilla y se extiende hacia gran parte del cuello. Por lo general, aparece debido a diferentes cambios hormonales que se acentúan después de los 30 años, aunque también puede estar relacionada con problemas de obesidad o sobrepeso.

Aunque no es problema grave problema de salud, es una situación que puede terminar acomplejando a muchas personas en caso de padecerla. Así como existe la posibilidad de quitarla por medio de cirugía, hay también prácticas que no requieren procesos quirúrgicos y que pueden terminar dando buenos resultados.

Por lo anterior, el portal web Farmacias dio a conocer algunos consejos para reducir, e incluso, en muchos casos eliminar este problema.

Papada | Foto: Getty Images

El primer consejo es una buena hidratación. El consumo de agua no solo es saludable para todo el organismo, sino que además mantiene la piel sana y libre de arrugas. Expertos recomiendan beber al menos dos litros de agua al día.

De igual manera, la protección solar también es fundamental. La exposición a la luz del sol, sin protección, puede acelerar el envejecimiento de la piel y agravar la aparición de arrugas. Aplique productos que lo protejan contra los rayos ultravioleta, y al aplicárselos no olvide darse una pasada por el cuello. Evite la exposición prolongada al sol, especialmente durante las horas pico de radiación solar.

Por lo general, aparece debido a diferentes cambios hormonales que se acentúan después de los 30 años, aunque también puede estar relacionada con problemas de obesidad o sobrepeso. | Foto: Gettyimages

Realizar ejercicios faciales también puede ayudar. Estos también pueden ser beneficiosos para fortalecer los músculos del cuello y tonificar la piel. Pruebe ejercicios simples como girar la cabeza, levantar y bajar la barbilla, o estirar los músculos del cuello. Puede consultar con un profesional, o investigar rutinas de ejercicios específicos para obtener mejores resultados.

Ejercicio facial para reducir la papada y los cachetes | Foto: Foto: ¡Stock

Otro consejo es realizar ejercicio cardiovascular. Esta es una excelente manera de reducir la papada. Este tipo de ejercicio ayuda a quemar grasa en todo el cuerpo, incluyendo la zona de la papada. Se recomienda realizar ejercicio cardiovascular durante al menos 30 minutos al día para obtener resultados efectivos. Esto contribuirá a quemar grasa en la zona de la papada y, en consecuencia, a reducir su apariencia

Adicionalmente, la postura importa. “Mantener una buena postura mientras comes, trabajas o estás frente al ordenador es muy importante. Mantente con la nuca recta y la cabeza en posición neutral”, explica la fuente citada.

Tener una dieta saludable es importante. Mantener una dieta saludable también es fundamental para reducir la papada. Se sugiere evitar alimentos ricos en calorías, grasas saturadas y azúcares. En su lugar, se recomienda consumir alimentos ricos en fibra, proteínas y vitaminas. Una dieta equilibrada y nutritiva puede ayudar a reducir la acumulación de grasa en la zona de la papada y, por ende, a reducir su apariencia.

Papada: la vitamina que ayuda a reducirla de manera natural

Expertos aconsejan consumir alimentos ricos en vitaminas y minerales, especialmente los que tienen un gran aporte de vitamina E, un nutriente antioxidante que protege el tejido corporal del daño causado por sustancias llamadas radicales libres.

Según Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, esta vitamina ayuda a mantener el sistema inmunitario fuerte frente a virus y bacterias, permite formar glóbulos rojos y ensancha los vasos sanguíneos para evitar que la sangre se coagule dentro de ellos, ayuda al cuerpo a utilizar la vitamina K y las células también usan la vitamina E para interactuar entre sí. Les ayuda a llevar a cabo muchas funciones importantes.

Entre sus beneficios también está mejorar el sistema inmunitario, el cabello y la piel, pues ayuda a proteger las células contra los daños causados por los radicales libres. Como tal, los radicales libres son compuestos que se forman cuando el cuerpo convierte los alimentos que consumimos en energía. Las personas también están expuestas a los radicales libres presentes en el ambiente por el humo del cigarrillo, la contaminación del aire y la radiación solar ultravioleta.

Alimentos ricos en vitamina E

  • Los aceites vegetales, por ejemplo, los aceites de germen de trigo, girasol y cártamo, se encuentran entre las fuentes más ricas de vitamina E. Los aceites de maíz y soja también aportan vitamina E.
  • Los frutos secos como maníes, avellanas y, en especial, almendras; y las semillas como las semillas de girasol, también se encuentran entre las mejores fuentes de vitamina E.
  • Las hortalizas de hojas verdes, como la espinaca y el brócoli, contienen vitamina E.
  • Ciertos cereales para el desayuno, jugos de fruta, margarinas y productos para untar, entre otros alimentos, son fortificados con vitamina E agregada.