Las hemorroides, también llamadas almorranas, son venas hinchadas en el ano y la parte inferior del recto, que pueden desarrollarse dentro del recto (hemorroides internas) o debajo de la piel alrededor del ano (hemorroides externas), de acuerdo con Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.
Además, explicó que tres de cada cuatro adultos tendrán hemorroides de vez en cuando.
Respecto a los síntomas, puntualizó que las hemorroides internas se encuentran dentro del recto y en general, no se pueden ver ni sentir, y rara vez causan malestar, pero los esfuerzos o la irritación al evacuar los intestinos pueden causar:
- Sangrado indoloro durante las deposiciones y se pueden notar pequeñas cantidades de sangre de color rojo brillante en el papel higiénico o en el inodoro.
- Una hemorroide que empuja a través de la abertura anal (hemorroide prolapsada o protuberante), provoca dolor e irritación.
Ahora bien, las hemorroides externas causan:
- Picazón o irritación en la zona anal.
- Dolor o molestia.
- Hinchazón alrededor del ano.
- Sangrado.
Entre tanto, Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, señaló las principales causas de las hemorroides son:
- Esfuerzo durante las deposiciones.
- Sentarse en el baño por demasiado tiempo.
- Estreñimiento crónico o diarrea.
- Dieta baja en fibra.
- Debilitamiento de los tejidos de soporte en el ano y recto: Esto puede suceder con el envejecimiento y el embarazo.
- Levantar frecuentemente objetos pesados.
De otro lado, la entidad sin ánimo de lucro explicó en su portal que, aunque las complicaciones de hemorroides son raras, estas comprenden:
- Anemia. En raras ocasiones, la pérdida crónica de sangre a causa de las hemorroides puede causar anemia, en la cual no se tienen suficientes glóbulos rojos saludables para transportar oxígeno a las células.
- Hemorroide estrangulada. Si se interrumpe el suministro de sangre a una hemorroide interna, la hemorroide puede ser “estrangulada”, lo que puede causar dolor extremo.
- Coágulo sanguíneo. Ocasionalmente, se puede formar un coágulo en una hemorroide (hemorroide trombosada). Aunque no es peligroso, puede ser extremadamente doloroso y a veces necesita ser punzado y drenado.
Por ello, para prevenir las hemorroides y evitar sus posibles complicaciones y molestias, se debe:
1. Comer alimentos ricos en fibra:
- Lechuga, acelga, zanahorias crudas y espinaca.
- Verduras tiernas cocidas, como espárragos, remolachas, champiñones, nabos y calabaza.
- Patatas (papas) y batatas al horno con cáscara.
- Brócoli, alcachofas, calabazas y judías verdes (ejotes).
- Legumbres, tales como lentejas, frijoles negros, arvejas (chícharos) secas, fríjol colorado, habas y garbanzos.
- Nueces y semillas, como semillas de girasol, almendras, pistachos y pacanas.
- Manzanas y plátanos (bananos).
- Melocotones y peras.
- Mandarinas, ciruelas y bayas.
- Higos y otras frutas deshidratadas.
- Kiwis.
- Cereales calientes, como avena y Farina.
- Pan de grano integral.
- Arroz integral.
- Quínoa.
- Palomitas de maíz.
- Cereales ricos en fibra, como salvado, trigo triturado y trigo inflado.
- Pastas de trigo integral.
- Panecillos de salvado.
2. Beber mucho líquido. Lo recomendado es beber entre seis y ocho vasos de agua y otros líquidos (no alcohol) por día para mantener las deposiciones blandas.
3. No hacer esfuerzos. Hacer esfuerzos y contener la respiración mientras se evacuan los intestinos genera una gran presión en las venas de la parte inferior del recto.
4. Evitar estar sentado durante mucho tiempo. Estar sentado durante mucho tiempo, en especial en el inodoro, puede aumentar la presión en las venas del ano.
De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y por ello lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.