La diabetes es una enfermedad que se presenta cuando el nivel de glucosa en la sangre, también conocido como azúcar, es demasiado alto. La glucosa es la principal fuente de energía y proviene de los alimentos, explica el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales de los Estados Unidos.
La insulina, una hormona que produce el páncreas, ayuda a que el azúcar de los alimentos ingrese en las células para que el cuerpo la use como energía. Sin embargo, en ocasiones, el organismo no produce o genera muy poca insulina o no la usa adecuadamente y la glucosa se queda en la sangre, provocando complicaciones de salud.
Aunque la diabetes no tiene cura, la persona que padece esta enfermedad puede tomar medidas para controlarla y mantenerse en una condición saludable. Esto principalmente se logra con buenos hábitos de vida, una alimentación equilibrada y la práctica regular de ejercicio.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, explican que hay tres tipos de diabetes. La primera es la diabetes tipo 1, que es causada por una reacción autoinmunitaria (el cuerpo se ataca a sí mismo por error). Esta reacción impide que el organismo produzca insulina. Aproximadamente del 5 al 10 % de las personas padecen diabetes tienen la tipo 1.
En el segundo caso, la diabetes tipo 2, el cuerpo no usa la insulina adecuadamente y no puede mantener el azúcar en la sangre en niveles normales. Aproximadamente del 90 al 95 % de las personas con diabetes padece de este tipo. Una tercera, es la diabetes gestacional que se presenta en el período de embarazo.
Esta enfermedad se caracteriza por ser un proceso que evoluciona a lo largo de muchos años y generalmente se diagnostica en los adultos, aunque es posible que también se genere en los niños, los adolescentes y los adultos jóvenes. En sus etapas tempranas, este padecimiento no presenta ningún síntoma; por lo tanto, es importante realizarse exámenes de sangre de manera constante para determinar los niveles de glucosa.
Si bien inicialmente es posible que las personas no experimenten signos, lo cierto es que con su avance estos comienzan a evidenciarse y, de acuerdo con información del instituto de investigación Mayo Clinic, entre las primeras señales se encuentran las siguientes:
- Aumento de la sed y de la micción
- Fatiga
- Visión borrosa
- Pérdida de peso inesperada
- Aumento del hambre
- Llagas de curación lenta e infecciones frecuentes
- Encías rojas e inflamadas
- Hormigueo o entumecimiento en las manos o los pies
Los especialistas aseguran que la comprensión de los posibles síntomas de la diabetes puede conducir a un diagnóstico y tratamiento tempranos, lo que puede ayudar a prevenir las complicaciones y tener una mejor condición de vida.
¿Quién tiene más probabilidad de sufrir de diabetes?
Las personas que tienen mayor probabilidad de desarrollar diabetes, especialmente la tipo 2, son aquellas que tienen más de 45 años de edad y antecedentes familiares de diabetes o sobrepeso. La inactividad física, la raza y ciertos problemas de salud, como la presión arterial alta, también afectan la probabilidad de padecer esta enfermedad.
De igual forma, las posibilidades son mayores si se tiene prediabetes o si se tuvo diabetes gestacional cuando estaba embarazada.
¿Qué problemas de salud pueden tener las personas con diabetes?
Los expertos coinciden en que con el tiempo, los niveles altos de glucosa en la sangre causan problemas como:
- Enfermedades del corazón
- Accidentes cerebrovasculares
- Enfermedades de los riñones
- Problemas de los ojos
- Enfermedades dentales
- Lesiones en los nervios
- Problemas de los pies
Cifras a tener en cuenta
Datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), indican que en 2019 esta afección fue la causa directa de 1,5 millones de defunciones y, de todas las muertes por diabetes, un 48 % tuvo lugar antes de los 70 años de edad.
Además, otras 460.000 personas fallecieron a causa de la nefropatía diabética, y la hiperglucemia ocasiona y la muerte de otro 20 % estuvo relacionada con causas cardiovasculares.
Las estadísticas de este organismo internacional de salud indican que entre el año 2000 y 2019, las tasas de mortalidad por diabetes normalizadas por edades aumentaron en un 3 %. En los países ingresos medianos o bajos, la tasa de mortalidad por diabetes aumentó en un 13 %.
En ese mismo período la probabilidad de morir entre los 30 y los 70 años de edad por alguna de las cuatro principales enfermedades no transmisibles como problemas cardiovasculares, cáncer, enfermedades respiratorias crónicas o diabetes, se redujo en un 22 % a escala mundial.