Si de cuidar el cuerpo se trata, la avena y la granola son una excelente opción para incluir en la dieta diaria. Ya sea al desayuno o en la cena, estos dos alimentos se han ganado un espacio en los hogares del mundo por su facilidad de consumo y rápida digestión, además de la practicidad con la que suele encontrarse en los supermercados o tiendas locales.

A pesar de ser dos cereales de diferente sabor y textura, en ocasiones se suele confundir la granola con la avena. Sin embargo, es importante resaltar las características de cada uno, de esta manera se podría llegar a definir cuál es más apropiado de incluir en los productos de consumo diario.

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La granola tiene muchos beneficios para la salud, es una gran aliada para combatir el colesterol y controlar el azúcar en la sangre. Además, ayuda a reforzar el sistema inmunológico, favorece el tránsito intestinal y es un buen aporte de vitaminas, minerales y proteínas como la vitamina E, el ácido fólico, tiamina, magnesio, fósforo, cobre, zinc y selenio.

La avena, por su parte, es un tipo de grano de cereal que tiene nutrientes como calcio, zinc, cobre, fósforo, hierro, magnesio, potasio, sodio y vitaminas B1, B2, B3, B6 y E, de acuerdo con MedlinePlus, web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

Adicionalmente, puede reducir los niveles de colesterol y azúcar en la sangre, y ayudar a controlar el apetito al hacer que la persona se sienta llena.

A la hora de diferenciar, ambos alimentos comparten la fibra como propiedad en común para el cuerpo humano, sin embargo, la avena es una planta cereal completamente natural, mientras que la granola es una mezcla de cereales que, en la mayoría de casos, son endulzados con miel o algún otro endulzante, esto lo saca de juego si hablamos de consumidor con diabetes o problemas de azúcar.

La granola es ideal para combatir la fatiga y el cansancio, así como, en épocas de estrés y convalecencia, ya que aporta mucha energía y vitalidad. También para aquellas personas que sufren trastornos como la fibromialgia o la fatiga crónica.

Batidos saludables | Foto: Getty Images

Tanto la granola como la avena se suelen consumir mezclados con yogur y fruta. Si se enfrentan los dos alimentos desde la perspectiva del consumo y preparación, la granola se lleva el punto debido a la facilidad para preparar en medio de un día agitado en el que no hay tiempo para realizar preparaciones elaboradas.

Además, la granola también es comercializada en forma de barra lista para comer, lo cual le da para ganar por muy poco en términos de practicidad frente a la avena.

Un estudio del Centro de Investigación Biomédica de Pennington en el Estado de Luisiana, que señala que “la avena puede disminuir las ganas de comer durante cuatro horas”. Además, en su portal web, la multinacional Quaker, explica que la avena contiene proteína, pues una porción de 30 g de avena contiene aproximadamente 5 g de proteína.

La gran variedad de nutrientes que aporta la granola, entre ellos los antioxidantes, cumplen un papel importante para cuidar las funciones cerebrales y neurológicas que sufren el deterioro del paso del tiempo. Un estudio realizado por la Universidad del Sur de Australia, afirma que la granola puede ser preventiva para los problemas de memoria y concentración.

Es importante señalar que el médico es el profesional indicado para sugerir cuál de los dos alimentos podría venirle mejor al cuerpo, ya que cada organismo tiene unas variables que deben ser tratadas de manera personalizada. Es posible que tanto la avena como la granola puedan ser incluidos en la dieta diaria.