Dentro de una alimentación saludable, las frutas juegan un papel fundamental para poder prevenir enfermedades y mantener un cuerpo sano y fuerte.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que dentro de una buena alimentación haya un consumo diario de por lo menos 400 gramos de frutas y verduras, lo que se traduce en cuatro o cinco porciones todos los días.
“Llevar una dieta sana a lo largo de la vida ayuda a prevenir la malnutrición en todas sus formas, así como diferentes enfermedades no transmisibles y trastornos”, indica la organización.
Sin embargo, pese a estas recomendaciones que también realizan los trabajadores de la salud, la OMS advierte que los hábitos alimenticios han cambiado debido al aumento de la producción de comidas procesadas, la rápida urbanización y los estilos de vida que se manejan actualmente.
Dado que las frutas son una fuente de fibra, vitaminas y minerales, su consumo ayuda a combatir ciertas enfermedades o situaciones que a largo plazo pueden ser mortales. Además, estos alimentos por lo general son versátiles y se pueden utilizar de diferentes maneras en la gastronomía.
Debido a que existen una gran variedad, cada fruta tiene diferentes reacciones para el organismo, pues algunas pueden ser mejores que otras de acuerdo al beneficio que busque cada persona.
La fruta que ayuda a bajar de peso
Dentro de este grupo, la manzana es una de las frutas que más suelen consumir las personas, especialmente en horas de la mañana. No obstante, algunos estudios también han recomendado comerla en horas de la noche, pues esto puede traer otros beneficios.
Consumir este alimento en la cena puede ayudar a bajar de peso, esto debido a su bajo índice calórico, su gran cantidad de fibra y su elevado poder saciante, lo que ayudará a que la persona no sienta hambre por algún tiempo.
Otro punto muy importante es la hora en la que se cena, ya que expertos aconsejan que la última comida sea ingerida entre las siete y las ocho de la noche, esto con el fin de que, además de poder reposar previo a dormir, el cuerpo no tienda a engordar. Y si por alguna razón se encuentra realizando labores en esa hora, lo aconsejable es cenar entre tres y cuatro horas antes de irse a descansar, lo cual permite al sistema digestivo realizar su función sin contratiempos.
Otros beneficios de la manzana
Además de favorecer la pérdida de peso, dado que es rica en una fibra conocida como pectina, la cual actúa disminuyendo la absorción de grasas que provienen de la alimentación, la manzana también previene enfermedades cardiovasculares como el infarto de miocardio, aterosclerosis y derrame cerebral.
Asimismo, los polifenoles presentes en la manzana tienen una acción antioxidante que protege las células beta del páncreas del daño oxidativo, ayudando de esta forma a prevenir y controlar la diabetes.
“Además de esto, esta fruta es rica en fibras que ayudan a que el azúcar de los alimentos se absorba más lentamente, contribuyendo en el control de la glucemia”, indica el portal Tua Saúde.
Adicionalmente, gracias a sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, este alimento reduce el daño a las células causado por los radicales libres, acción que previene diferentes tipos de cáncer como el de pulmón, mamá y colon.
Por otra parte, la manzana contiene flavonoides que protegen las células del sistema nervioso central y evitan la inflamación del cerebro, lo que a su vez disminuye el riesgo de padecer enfermedades como la demencia y el alzhéimer.
Por último, otro punto a destacar de esta fruta es su alto contenido en pectinas, una fibra prebiótica que contribuye al equilibrio de la flora intestinal, un aspecto fundamental para combatir y prevenir la ansiedad.