De acuerdo con la definición del Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y Renales (NIDDK, por sus siglas en inglés), la diabetes es una enfermedad que se presenta cuando el nivel de glucosa en la sangre -también conocido como azúcar en la sangre- es demasiado alto.

Respecto a la glucosa en la sangre hay que decir que es la principal fuente de energía y proviene de los alimentos. Por su parte, la insulina es una hormona que produce el páncreas y que ayuda a que la glucosa de los alimentos ingrese en las células para usarse como energía.

Según describe el NIDDK, en algunas ocasiones, el cuerpo no produce suficiente insulina y la glucosa se queda en la sangre, lo que no permite que llegue a las células. Esto también puede ocurrir si el organismo no usa adecuadamente esta hormona.

El riesgo radica en que, con el tiempo, el exceso de glucosa en la sangre puede causar problemas de salud. Ahora bien, aunque la diabetes no tiene cura, las personas que padecen esta enfermedad pueden tomar medidas para controlarla.

Para comprender cómo tratar esta enfermedad es importante diferenciar qué tipos de diabetes existen:

  • Diabetes tipo 1: El cuerpo no produce insulina porque el sistema inmunitario ataca y destruye las células del páncreas que la producen. Por lo general, se diagnostica la diabetes tipo 1 en niños y adultos jóvenes, aunque puede aparecer a cualquier edad. Las personas con diabetes tipo 1 tienen que usar insulina todos los días para sobrevivir.
  • Diabetes tipo 2: El cuerpo no produce o no usa la insulina adecuadamente. La diabetes tipo 2 puede aparecer a cualquier edad, incluso durante la infancia. Sin embargo, este tipo de diabetes se presenta con mayor frecuencia en las personas de mediana edad y en los ancianos. Este es el tipo más común de diabetes.
  • Diabetes gestacional: Afecta a algunas mujeres durante el embarazo. La mayoría de las veces, este tipo de diabetes desaparece después de que nazca el bebé. Sin embargo, cuando una mujer ha tenido diabetes gestacional, tiene más probabilidad de sufrir de diabetes tipo 2 más adelante en la vida.

¿Es verdad que los diabéticos no pueden comer ciertas frutas?

Las personas que padecen diabetes deben cuidar su salud. Por esta razón es clave que cuenten con la orientación de un médico, de manera que puedan mantener bajo control su enfermedad, siguiendo las recomendaciones de un profesional.

Según reseña Mayo Clinic en su página web, es un mito común que los diabéticos deben evitar los alimentos demasiado dulces. Este detalle también se traslada a las frutas, pues existen unas que contienen más azúcar que otras. No obstante, esto no quiere decir que los diabéticos no puedan comerlas.

“La cantidad total de carbohidratos en un alimento afecta los niveles de glucosa en la sangre más que la fuente de los carbohidratos, o si la fuente de carbohidratos es almidón o azúcar. Cuando decidas qué fruta comer, ten en cuenta que una porción de fruta no debe contener más de 15 gramos de carbohidratos. Por lo tanto, el tamaño de la porción depende de la cantidad de carbohidratos que contenga la fruta”, explica Mayo Clinic.

Una alimentación saludable prioriza el consumo de vegetales y frutas. | Foto: Getty Images

En ese sentido, anota que la ventaja de comer una fruta baja en carbohidratos es que se puede consumir una porción más grande. “Sin embargo, ya sea que comas una fruta baja o alta en carbohidratos, si el tamaño de la porción contiene 15 gramos de carbohidratos, el efecto sobre la glucosa en la sangre es el mismo”, agrega la fuente consultada.

Estos son algunos ejemplos de frutas que contienen 15 gramos de carbohidratos, de manera que -según Mayo Clinic- su consumo no afecta negativamente los niveles de glucosa en la sangre.

  • Media manzana de tamaño mediano.
  • Media banana de tamaño mediano.
  • Una taza de moras.
  • 3/4 taza de arándanos azules.
  • Una taza de melón cantalupo o melón dulce en cubos.
  • Una naranja o nectarina de tamaño mediano.
  • Una taza de frambuesas.
  • 1 1/4 taza de fresas enteras.