La vitamina K es importante para el organismo y esta se puede encontrar en varios alimentos como verduras, frutas, carne y en aceites vegetales. En hortalizas de hojas verdes como la espinaca, col rizada, brócoli y lechuga; en frutas como arándanos azules y los higos, además de las carnes, huevos y granos de soja, pueden ser nutrientes naturales de esta vitamina.
El portal ODS recomienda las cantidades diarias que, en promedio (microgramos), un ser humano debe consumir de vitamina K, dependiendo de su edad y sexo.
- El consumo para un bebé hasta los seis meses de edad debe ser de 2.0 micragramos.
- Un bebe de siete meses a 12 meses, de 2.5.
- Para un niño entre uno y tres años, la cantidad ideal es de 30 microgramos.
- De los cuatro a los ocho años se debe consumir hasta 55 microgramos diarios.
- Entre los nueve y los 13 años son 60 microgramos.
- Para jóvenes entre los 14 años a los 18 debe ingerir 75 microgramos de vitamina K.
- Para hombres adultos es de 120 microgramos diarios.
- Las mujeres deben consumir 90 microgramos.
- Una mujer adulta embarazada o en periodo de lactancia, se recomienda 90 microgramos.
- Para una adolescente en estado de embarazo o en periodo de lactancia, el consumo es de 75 microgramos diarios de vitamina K.
Según el portal Runnersworld, la vitamina K tiene varios efectos positivos para el cuerpo humano, pues es “protector del corazón, también mantiene nuestros huesos fuertes, previene la calcificación de las arterias y juega un papel muy importante en el proceso de coagulación de la sangre”.
Son dos tipos de vitamina K: la filoquinona o denominada vitamina K1, la cual está presente en plantas, también existe la menaquinona o vitamina K2, que se encuentran en alimentos fermentados. “El organismo procesa una parte de la vitamina K1, convirtiéndola en vitamina K2″, comenta Runnersworld, por esta razón muchos dietistas recomiendan ingerir más alimentos con vitamina K1.
Este portal aconseja comer natto, que es un derivado de la soja. Se puede comer en ensaladas, pasta, sándwiches o como guarnición, para tener un buen producto con vitamina K para proteger la salud de los huesos.
Las hojas de berza, con un poco de aceite de oliva y ajo, también se convierten en una fuente de esta vitamina para el organismo por sus propiedades antiinflamatorias; además, la berza contiene fibra, hierro, calcio y manganeso.
En las hojas de nabo también se puede encontrar la vitamina K. “Mejora los estados de anemia, la piel y el pelo, reduce los niveles de azúcar en sangre y el riesgo de padecer osteoporosis, ya que contribuye a la rápida absorción del calcio”, añade el portal Runnersworld sobre los beneficios de esta crucífera.
El brócoli es otro alimento que la contiene, y gracias a su consumo el organismo se beneficia, pues acaba con los radicales libres y las toxinas, a su vez, es un protector para la piel y y el corazón.
El zumo de granada protege el corazón, ayuda a una mejor digestión y también contiene vitamina K y C, además los expertos de Runnersworld recomiendan tomar sin azúcares añadidos. El hinojo es otra planta con vitamina K y contiene potasio, sodio, vitamina A, cobre, zinc, manganeso, vitamina B3, B5, B9, que también son saludables para el cuerpo humano.
Sobre el consumo de vitamina K hay ciertas recomendaciones que no pueden pasar desapercibidas, por ejemplo, si está en un tratamiento de anticoagulantes, debe tener cuidado con la cantidad de vitamina K, aconseja Medlineplus. “También necesitaría tener cuidado al consumir suplementos de vitamina E”, pues “esta puede interferir con la manera en que la vitamina K se procesa en el cuerpo”, por eso es indispensable que el médico establezca las cantidades de vitamina que el organismo necesita.