Los diversos alimentos de origen natural tienen una similitud más que importante y es que le aportan al organismo diferentes nutrientes y minerales, siendo parte de una alimentación balanceada que favorece al organismo.
Por ejemplo, algunos de los más consumidos en la actualidad son los frutos secos y algunos de ellos reducen el colesterol, los triglicéridos y el azúcar o glucosa en la sangre, gracias a los ácidos grasos que los componen. No obstante, se debe tener en cuenta que este tipo de alimentos tiene un alto aporte calórico, por lo que puede ser contraproducente para quienes buscan perder peso.
Tanto el colesterol como los triglicéridos son moléculas que el cuerpo humano necesita para su correcto funcionamiento, pero su exceso de concentración en las vías sanguíneas puede conllevar a diferentes afectaciones en la salud, la producción de enfermedades cardiovasculares o, incluso, hasta causar la muerte.
La ingesta de una dieta equilibrada rica en frutas, verduras, proteínas magras y cereales integrales es clave para cuidar la salud y prevenir el desarrollo de enfermedades. En esa alimentación tampoco debería faltar una porción de frutos secos, que ofrecen una serie de beneficios para el organismo.
Son alimentos que contienen ácidos grasos insaturados y otros nutrientes. Se caracterizan por ser una importante fuente de fibra que ayuda a regular el tránsito intestinal, así como de proteína y otros nutrientes. Lo ideal es consumirlos con moderación y siempre crudos o tostados y sin sal, no fritos, ni cubiertos de chocolate.
El portal de salud Alimente+ menciona que las avellanas, tras su consumo, regulan los triglicéridos porque son ricas en vitamina E, un antioxidante que ejerce un efecto antiinflamatorio. Es de precisar que son un tipo de grasa común, que se obtiene a través del consumo de alimentos como la mantequilla, explica MedlinePlus.
“Estas son las calorías que usted come, pero que su cuerpo no necesita de inmediato. Su cuerpo cambia estas calorías adicionales en triglicéridos y las almacena en las células de grasa”, puntualiza también Tua Sáude. Los niveles altos de triglicéridos sobrepasan los 500 mg/dL y un nivel normal es menor a 150 mg/dL.
Por su parte, las almendras son fuente de proteínas, ácidos grasos monoinsaturados, ácidos grasos insaturados, fibra, calcio, fósforo, magnesio, hierro, zinc, potasio, vitamina E, riboflavina, tiamina, niacina y folatos, según la Fundación Española de la Nutrición.
Además, el portal portugués de salud, nutrición y bienestar Tua Saúde reveló que las almendras son un fruto seco que aporta diversos beneficios para la salud, como cuidar la salud cardiovascular, ya que son ricas en fibras, proteínas y grasas saludables.
“La almendra tiene buenas cantidades de omega-3, 6 y 9, que son grasas saludables, con acción antiinflamatoria, que promueve la reducción de los niveles de colesterol ‘malo’ LDL, en la sangre, ayudando a prevenir enfermedades cardiovasculares como infarto, angina y derrame”, señaló el portal.
Asimismo, las nueces son uno de estos alimentos, gracias a que son ricas en proteínas, fibras, minerales, vitaminas y aportan grasas insaturadas; por ello se conocen como un alimento cardioprotector. También es rico en ácidos grasos omega-3 de origen vegetal, lo que ayuda a reducir el colesterol LDL.
No obstante, no se debe abusar de estos frutos. De acuerdo con la Clínica de Mayo, los adultos deben procurar comer entre cuatro y seis porciones de frutos sin sal por semana. Por otro lado, un estudio de Harvard apuntó que se deben comer dos onzas de nueces al día.
Sin embargo, es claro mencionar que añadir las nueces a la alimentación es solo una parte de los cambios que las personas deben mantener en su vida. En Mejor con Salud detallaron seis factores que influyen al descontrol de esta sustancia en el cuerpo, por lo que es preciso evitarlos.