Una rodilla inflamada se produce cuando el exceso de líquido se acumula en la articulación o a su alrededor. Esta parte del cuerpo también se puede inflamar como consecuencia de un traumatismo, de una lesión por sobrecarga, o de una enfermedad o trastorno no diagnosticados, precisa el instituto de investigaciones clínicas Mayo Clinic.

Enfermedades como la artrosis pueden generar inflamación en la rodilla, debido a las deformidades que la enfermedad produce, que deja la rodilla más grande, más ancha y menos redonda de lo normal. Esta alteración es muy común en ancianos, pero puede afectar a personas más jóvenes, como aquellas cerca de los 40 años.

Cuando la rodilla permanece roja e hinchada también puede ser porque se está presentando un proceso inflamatorio o infeccioso en esta articulación. En este caso, los especialistas aconsejan siempre acudir al médico, especialmente si la rodilla está muy caliente, permanece inflamada por más de siete días, el dolor impide el movimiento de la pierna o surgen otros síntomas como fiebre por encima de 38 grados.

Para determinar la causa de la hinchazón, es posible que el especialista necesite tomar una muestra del líquido para detectar infecciones, enfermedades o lesiones.

El dolor de rodilla también se debe a movimientos bruscos o actividades de exigencia física. | Foto: Getty Images

Los principales síntomas de esta molestia incluyen hinchazón, rigidez y dolor. En el primer caso, la piel alrededor de la rótula puede inflamarse de manera notable, si se compara con la rodilla sana.

La rigidez, por su parte, se presenta cuando la articulación de la rodilla contiene exceso de líquido, esto puede generar, por ejemplo, que la persona no pueda doblar o estirar la pierna completamente. Por último, según la causa de la acumulación de líquido, la rodilla puede doler mucho, hasta el punto de que sea difícil o imposible soportar el peso del cuerpo.

Con la artrosis, el cartílago dentro de una articulación empieza a deteriorarse, afectando también la salud de los huesos. | Foto: Copyright Dazeley

Algunas de las recomendaciones para aliviar la inflamación en casa, de acuerdo con los especialistas son las siguientes:

- Descanso. Evitar las actividades que impliquen cargar mucho peso en la medida de lo posible.

Foto de referencia de mujer haciendo ejercicio y con dolor en su rodilla. | Foto: Getty Images

- Hielo y elevación de la pierna. Para controlar el dolor y la hinchazón, se debe aplicar hielo en la rodilla durante 15 a 20 minutos cada dos o cuatro horas. Cuando se coloca hielo, también es importante levantar la rodilla a una altura más elevada que el nivel del corazón utilizando almohadas para una mayor comodidad.

- Analgésicos. Los medicamentos de venta libre como el paracetamol o el ibuprofeno pueden ayudar a aliviar la molestia.

- Controlar el peso. Según el portal de salud Healthline, controlar el peso ayuda a mejorar las condiciones de la rodilla. El sobrepeso y la obesidad pueden ejercer presión adicional sobre las articulaciones localizadas en esta parte de la pierna. De acuerdo con la Fundación de la Artritis, de Estados Unidos, un peso adicional de 10 libras puede añadir entre 15 y 50 libras de presión a una articulación.

- Extracto de jengibre. Se puede consumir té de jengibre, planta que tiene propiedades antiinflamatorias. Los autores de un estudio de 2015 encontraron que esta planta ayudó a reducir el dolor de la artritis cuando las personas la usaron junto con un tratamiento recetado para la artritis, precisa Healthline.

- Paños húmedos calientes. Otro remedio popular es el uso de paños húmedos calientes, sobre todo, en personas que sufren artritis o tendinitis recurrente. De acuerdo con un artículo publicado en el portal Onsalus, el objetivo del paño húmedo es aliviar los síntomas de tensión en la rodilla para optimizar el proceso inflamatorio, mediante la relajación de los tejidos articulares.