El cabello es un tejido vivo, y su pérdida es parte de su ciclo natural. Después de su ciclo de vida, es común que el cabello caiga, permitiendo que nuevos cabellos tomen su lugar. Este proceso es una función normal del cuerpo y es algo que experimentamos constantemente, a veces más notoriamente en ciertas estaciones como la primavera y el otoño. Sin embargo, en ocasiones, esta pérdida de cabello puede acelerarse en un período determinado.

Causas de la caída excesiva del cabello

De acuerdo con el portal cuerpomente.com, “la pérdida excesiva de cabello puede ser consecuencia de diversos factores, como el estrés, desajustes hormonales, infecciones y afecciones cutáneas, predisposición genética, deficiencias nutricionales o tratamientos agresivos, entre otros”.

El estrés puede generar caída de cabello. | Foto: Hinterhaus Productions 2016

La mala circulación sanguínea también figura entre las causas habituales de la caída del cabello, ya que afecta al suministro de oxígeno y nutrientes a las raíces, debilitando y dañando el pelo.

El estado del cabello a menudo refleja los equilibrios y desequilibrios que afectan a todo el organismo.

Remedios naturales para la caída del cabello

Las opciones para combatir la pérdida de cabello son tan diversas como las razones que la provocan. De hecho, tanto la prevención como el tratamiento para reducir este fenómeno incluyen enfoques que funcionan desde el interior del cuerpo y a nivel superficial.

Antes de probar cualquier solución, incluso si es de origen natural, es fundamental investigar la causa subyacente de la pérdida de cabello. De esta manera, se aumentan las posibilidades de lograr resultados más efectivos.

Tulsi

El tulsi, también conocido como albahaca sagrada (Ocimum tenuiflorum L.), se encuentra en áreas áridas y bosques de la India, Sri Lanka, Indonesia, Malasia y Filipinas.

Este es un componente clave en la medicina ayurvédica y se reconoce por sus propiedades antiestrés, antimicrobianas, antiinflamatorias, estimulantes de la circulación e inmunomoduladoras.

Se recomienda su uso para aliviar el picor y la inflamación en el cuero cabelludo, así como para prevenir la caída del cabello. Además, se utiliza como remedio digestivo y para tratar afecciones en las vías respiratorias superiores.

Las partes de la planta que se emplean son las hojas deshidratadas, que son ricas en flavonoides y aceites esenciales. Estas hojas se muelen en polvo y se mezclan con agua caliente para crear mascarillas capilares que hidratan y fortalecen tanto el cabello como el cuero cabelludo. También se incorpora en champús, cremas y otros productos capilares.

Beneficios del tulsi. | Foto: GettyImages

Ginseng

El ginseng, científicamente conocido como Panax ginseng C.A. Meyer, prospera en suelos que son fértiles y bien drenados, con un pH que tiende a ser ligeramente ácido.

Este poderoso adaptógeno ofrece beneficios para el bienestar general y también se emplea para abordar problemas de salud específicos. En el ámbito dermatológico, destaca por su capacidad para regular las fases del crecimiento del cabello, lo que previene la muerte de las células en los folículos pilosos.

El ginseng se recomienda para estimular el crecimiento del cabello y evitar la caída excesiva. Además, se utiliza para aliviar los efectos secundarios de tratamientos como la quimioterapia, que pueden incluir fatiga, náuseas y pérdida de cabello.

La parte de la planta que se usa es la raíz, que se corta y deseca. Se puede encontrar en forma de polvo y extractos secos, y también se incorpora en productos cosméticos diseñados para prevenir la caída del cabello, que contienen extractos de la raíz de ginseng.

La raíz de ginseng es la parte más utilizada de esta planta. | Foto: Getty Images

Culantrillo de pozo

El blog quironsalud.com señaló que “el culantrillo de pozo, científicamente conocido como Adiantum capillus-veneris L., prospera en hábitats que incluyen paredes rocosas y húmedas, así como áreas cerca de canales y fuentes donde hay una abundante presencia de agua”.

Esta planta posee propiedades antibacterianas y antioxidantes, y cuando se emplea tópicamente, también actúa como un agente antiinflamatorio.

Desde tiempos antiguos, los griegos ya lo empleaban como un remedio contra la pérdida de cabello. En muchas culturas, se ha utilizado tradicionalmente para estimular el crecimiento del cabello y aliviar problemas respiratorios.

La parte de la planta que se emplea es la parte aérea, que es rica en mucílagos. Se prepara una infusión con toda la planta y se aplica suavemente sobre el cuero cabelludo. Además, en tiendas de alimentos saludables y herbolarios, se pueden encontrar productos diseñados para el cabello y suplementos alimenticios que contienen extractos de culantrillo y otras plantas que ayudan a prevenir la caída.