Expertos señalan que para determinar el diagnóstico del colon irritable se basa en una minuciosa historia clínica junto a una completa exploración física, que pueden orientar a la posibilidad de tratarse de un síndrome del intestino irritable (SII), así lo explican en el sitio web de la Clínica de la Universidad de Navarra.
Esta afectación tiene como característica la aparición de un dolor abdominal, también puede haber cambios en el ritmo intestinal (diarrea o estreñimiento), lo que sería acompañado de una sensación de distensión abdominal, sin demostrar alguna causa orgánica que justifique estos síntomas.
Los especialistas aconsejan comer despacio y masticar bien los alimentos. También es ideal hacer una dieta baja en grasas y rica en proteínas. Es importante evitar comidas copiosas. Los expertos aconsejan consumir comidas más frecuentes y menos abundantes.
El consumo de agua (1,5-2 litros al día) es indispensable cuando se padece de estreñimiento. Hay que analizar los alimentos que desencadenan los episodios de dolor abdominal, y al determinar cuáles son los que causan esta molestia, lo ideal es eliminarlos de la dieta.
Cuando hay sospechas de esta enfermedad, es probable que el médico también evalúe otros signos o síntomas que podrían sugerir otra afección más grave:
- Inicio de signos y síntomas después de los 50 años.
- Pérdida de peso.
- Sangrado rectal.
- Fiebre.
- Náuseas o vómitos recurrentes.
- Dolor abdominal, especialmente si no se relaciona con una evacuación intestinal, o que ocurre durante la noche.
- Diarrea persistente o que te despierta.
- Anemia relacionada con concentraciones bajas de hierro.
Ante los síntomas, el médico recomienda diferentes análisis, como el de heces, para corroborar si existen infecciones o problemas en la capacidad del intestino de absorber los nutrientes de los alimentos, algo que se conoce como mala absorción.
Una colonoscopia es el examen en el que el médico usa una sonda pequeña y flexible para examinar toda la longitud del colon.
Los especialistas también solicitan una radiografía o tomografía computarizada. Estas pruebas producen imágenes del abdomen y de la pelvis que le permiten al médico descartar otras causas de los síntomas, especialmente cuando hay un dolor abdominal.
De acuerdo al portal Mayo Clinic, el médico podría llenar el intestino grueso con un líquido (bario) para ver a través de la radiografía con más facilidad la existencia de algún problema. Esta prueba de bario también se conoce como serie GI inferior.
En el portal unCOMO indican que el síndrome del intestino irritable puede ocurrir a raíz de una infección intestinal, además es popular por ser uno de los problemas más comunes de la enfermedad gastrointestinal. Con esta molestia suele aparecer el dolor abdominal, gases y cólicos.
También es posible consultar con el especialista por aquellos remedios caseros y naturales que, gracias a sus compuestos, contribuyen a mantener el colon limpio.
En el portal GastroLab señalan que el jugo de papaya y kiwi puede ayudar a aliviar los síntomas del colon inflamado. Esto se debe a que la papaya contiene fibra y un poder desintoxicante, los cuales permiten que el intestino quede limpio.
El kiwi contiene una buena cantidad de fibra que, según la revista especializada UnCOMO, favorece el tránsito intestinal, previene la formación de gases y cuida la salud del colon.
Para aprovechar las propiedades mencionadas de estas frutas a través de un jugo, según GastroLab, se requiere: un kiwi, media taza de papaya, una cucharada de miel y cuatro tazas de agua.
Procedimiento
- Pelar y cortar el kiwi y la papaya en trozos.
- Poner los pedazos de fruta en la licuadora junto con el resto de los ingredientes.
- Procesar hasta obtener una mezcla libre de grumos.
- Si se desea, se puede agregar un poco de hielo para que esté más fría la bebida.
- Servir y consumir.