Los chinches, conocidos científicamente como Cimex lectularius, son parásitos hematófagos que pueden adaptarse en cualquier ambiente, especialmente en las viviendas. Pueden vivir entre las sábanas o entre los muebles, por lo que pueden incomodar a quienes habiten allí. Los más afectados de esta plaga son los perros. por la abundancia de pelaje que recubre su cuerpo.

Estos parásitos requieren consumir sangre para mantenerse con vida, por lo que no dudará en atacar a cualquier huésped. Al ser insectos con hábitos nocturnos, los chinches emprenden su labor cuando todo el mundo está durmiendo y salen de los escondites que encuentra en la casa.

Mayo Clinic explica que cada consumo de sangre puede durar entre cinco a diez minutos, por lo que no requieren mucho tiempo para lograr su cometido, haciendo que pasen inadvertidos. No se les dificulta encontrar a sus presas, debido a que se guían por el calor y emisión de dióxido de carbono de los seres vivos.

Los chinches son silenciosos e incomodos, aunque no son una amenaza de gran peligro. | Foto: Getty Images

Al momento de picar, los insectos inyectan por medio de su saliva efectos analgésicos y anticoagulantes en sus presas, por lo que al inicio con indoloras. No obstante, con el pasar de las horas, el efecto acaba y se siente la lesión dermatológica. En el caso de los perros, la mordida de los chinches genera las siguientes consecuencias:

  • Habones que pican: Este es el síntoma más frecuente. El canino empezará a rascarse sin cesar en la zona afectada. Intentará calmar la comezón con sus patas o rozando su piel con las cosas que encuentre a su alrededor.
  • Vesículas: La picadura se inflamará, generando la presencia de ampollas.
  • Eritema: La zona tomará un color rojizo que, a medida que se rasque, será más fuerte.
  • Induración: Sumado a la comezón, ampollas y tono rojo; la piel de alrededor se sentirá más dura de lo común.
El síntoma más común es la rasquiña constante. | Foto: Semana

Los chinches no atacan solos, sino que pican en grupo, por lo que los perros que son víctimas de la plaga, tendrán varias lesiones juntas, como formando una línea o en una única zona.

Para comprobar si un canino ha sido mordido por los insectos, bastará con detallarse en su comportamiento. El perro empezará a rascarse en todo momento y, al mínimo contacto de caricia en la zona afectada, se moverá bruscamente para no sentir picazón. Al experimentar esto, los cuidadores del animal tendrán que llevar a su mascota hacia un veterinario para que analice a profundidad la lesión.

Dependiendo del grado de inflamación con la cantidad de ampollas, el especialista de la salud suministrará medicamentos al perro, recetar una crema especial o dejar que la picadura se elimine naturalmente. Como tal, la mordida no es el problema, dado que no representa una infección seria. El verdadero problema es encontrar la cepa de los chinches, debido a que si se mantienen esas condiciones, otras plagas podrán arribar.

Antes de solicitar ayuda al control de plagas, se puede erradicar la cuna de los insectos de forma manual. Por medio de medidas cautelares, es posible cambiar las condiciones ambientales que permiten la vida de los chinches. Experto Animal recomienda hacer lo siguiente:

Lavar toda la ropa de la cama: Desde sábanas, mantas, hasta almohadas o la pijama; la primera sugerencia es lavar toda la cama, porque este lugar es el principal destino de los insectos. Los chinches son sensibles a temperaturas altas, muriendo por si solos si están en un ambiente superior a los 55°C. Por lo tanto, realizar lavados y secarlos posteriormente, acabará con la vida de la plaga.

Se recomienda lavar la cama, debido a que esta es la zona más común donde viven los chinches. | Foto: Getty Images/Tetra Images
  • Colocar una funda anti chinches sobre el colchón: Hay sábanas especiales que funcionan como malla para que la plaga no se pueda asentar ni mucho menos procrear.
  • No cambiar el colchón: Aunque suene contradictorio, no se recomienda cambiar el colchón, dado que la plaga no se estaría exterminando, sino que se les daría la posibilidad de encontrar otro asentamiento en la casa o en otro colchón. Estos insectos tienen la capacidad de sobrevivir en largos periodos sin alimento, por lo que no tendrán problema en seguir viviendo en una casa.
  • Separar las camas: Como medida preventiva, se pueden alejar las camas del hogar entre ellas, para que no haya acceso para que los chinches de muden de una a otra. Asimismo, se puede colocar en las patas un recipiente con agua y aceite, lo cual sirve como una distracción para la plaga.
  • Aspirar: Las camas no son el único foco de dispersión. Entre las grietas, paredes, techos, esquinas o detrás de los muebles pueden asentarse los insectos. En ese orden de ideas, aspirar en esas zonas permitirá eliminar cualquier ecosistema donde puedan vivir los insectos.