En la vida de pareja es normal tener la intención de que todo vaya perfecto, sin embargo, eso es casi imposible. Todos los seres humanos tienen personalidades y formas de pensar distintas, por lo que se pueden provocar algunos choques en el camino.

Discutir no está mal, los expertos en relaciones en pareja señalan que chocar con la pareja puede ser considerado como algo lógico y, desde que no se convierta en algo frecuente, la relación no estará en peligro de ruptura.

Existe diversidad de razones por las que una pareja puede pelear, pero hay comportamientos clave que pueden evitar que la situación trascienda hacia algo más grave. En ocasiones, en medio de una acalorada situación, las parejas se dicen cosas fuertes, las cuelas minutos después generan arrepentimiento, sin embargo, allí se puede generar un daño irreversible.

Uno de los errores más frecuentes que se cometen luego de una discusión de pareja es ignorarse entre sí; a pesar de que puede ser una reacción normal, esta no debe permitirse que perdure, explica el portal Mejor Con Salud.

Existe diversidad de razones por las que una pareja puede pelear, pero hay comportamientos clave que pueden evitar que la situación trascienda hacia algo más grave. | Foto: derechos de autor no

“Es verdad que si estás enfadado, es probable que no tengas ganas de prestarle atención ni de dirigirle la palabra. Sin embargo, cuando esto suceda, no debes cerrarte y guardarte todas las emociones y sentimientos (...) Lo mejor que puedes hacer en estos casos es hablar y ‘sacar’ lo que sientes”, señala.

Los expertos entregan unas recomendaciones a tener en cuenta luego de que se presente una discusión.

Pequeña pausa

Entre más seria sea la discusión, más posibilidades hay de decirle cosas hirientes a ese ser amado. Lo que sucede con frecuencia es que luego llega el cargo de conciencia por el daño hecho, sin medir consecuencias.

Una pausa en el momento indicado de la discusión puede desconectar la negatividad y el impulso de ofender al otro, eso ahorrará lágrimas de más, explica el portal Siquia.

“Si haces una pausa, puedes conseguir desconectar de la negatividad que está provocando la discusión y pensar de una forma más racional. No quiere decir que estés unos días sin hablarle, con unas horas o un simple rato en el que te distraigas haciendo otras cosas bastará para que te calmes”, señala.

Otro error en el que los enamorados caen es el de nunca admitir las fallas, se fijan en los errores del otro pero no en los propios. | Foto: Getty Images

Orgullo a un lado

Es común que ambos se pongan una tónica tosca, esperando el momento en que el otro tome la iniciativa para buscar la reconciliación, pero entre menos dure este incómodo periodo, mucho mejor.

La recomendación es iniciar pidiendo disculpas por lo dicho que pudo haber generado daños; de esta manera, la otra persona entrará en la misma tónica de aceptar los errores. Dejar a un lado el orgullo siempre beneficiará la relación y más cuando rápidamente se vuelve mutuo.

El abrazo que desarma

Puede ser normal que se tenga la intención de mejorar las cosas, pero no se encuentran las palabras indicadas para hacerlo. Es allí donde un abrazo podrá ser un excelente preámbulo a lo que se quiera expresar el uno al otro.

Además de ser una excelente manera de desarmar a la otra persona si tiene algún tipo de rabia o rencor latente, es importante no dar el abrazo inmediatamente culmina la discusión, ya que es muy probable que sea rechazado.

Mejor actitud

Otro error en el que los enamorados caen es nunca admitir las fallas, se fijan en los errores del otro pero no en los propios. De ahí la importancia de hablar también de las debilidades propias, mientras que se implementa la habilidad de escucha hacia el otro sin juzgar.

“Tienes que ser capaz de incrementar tu nivel de escucha activa para atender sin juzgar lo que te dice tu pareja, aunque no coincida con tus propios pensamientos. Para poder mejorar la actitud, debemos dejar de intentar tener siempre la razón”, explica Siquia.