Muchas personas la asocian con el sobrepeso. Sin embargo, aunque es una de las causas, también la genética y la piel sobrante en esa zona del cuello pueden generar la papada.
Con los años, la piel del cuello se descuelga y se causa esta capa de grasa que juega un papel tanto a nivel estético como médico. Así, un exceso de acumulación de grasa puede ser considerado poco atractivo, por un lado, y poco saludable, por otro.
Un artículo publicado en JAMA Facial Plastic Surgery indica que existen varias opciones terapéuticas que permiten reducirla para que no afecte ni la salud ni la estética.
Entre las alternativas se plantea una serie de ejercicios que fortalecen los músculos tanto del cuello como del rostro, los cuales contribuyen a mejorar su aspecto. Si bien sus efectos no son instantáneos, su práctica constante puede ayudar a ejercitar esta parte del cuerpo.
Según el portal muysaludable de la EPS Sanitas, se trata de una práctica que debe realizarse durante unos meses para que los resultados sean visibles, y durante más tiempo para que se mantengan mientras la edad lo permita.
De igual forma, una investigación publicada en Journal of Clinical and Diagnostic Research y citada por el portal Mejorconsalud.com destacó que este tipo de ejercicios ayuda a mejorar la apariencia facial, combate la papada y contribuye a prevenir el envejecimiento, pero se requiere de un entrenamiento progresivo y constante.
Estos son algunos de los ejercicios planteados y que, según los expertos, deben complementarse con otros buenos hábitos como el de una alimentación saludable y la práctica actividad física.
- Gesto del beso. Es un segundo ejercicio que comienza igual que el anterior, es decir, inclinando la cabeza hacia atrás y mirando al techo. La diferencia es que este se realiza con el gesto de darle un beso al techo, con mucha fuerza y de manera exagerada. Después se debe relajar y repetir diez veces el movimiento.
- Mirada al frente. Mirar al frente con la cabeza recta, sacando la lengua e intentando tocar la nariz con ella. El objetivo es mantener la lengua estirada en dirección a la nariz durante 10 segundos, para después soltarla y repetir el ejercicio en 10 oportunidades.
- Gesto de puchero. Este ejercicio se puede realizar tanto sentado como de pie. La persona debe realizar el gesto de puchero; es decir, sacar el labio inferior tan lejos como le sea posible, al tiempo que contrae el cuello. Acto seguido, sin dejar de contraer los músculos del cuello, se debe flexionar la cabeza llevando la barbilla contra el pecho. Se debe mantener la espalda recta. Este ejercicio, según los expertos, se debe repetir alrededor de 20 veces al día.
- La “O”. Al igual que en el ejercicio anterior se debe realizar con la espalda totalmente recta y los hombros caídos. Extender el cuello hacia atrás, cerrar los labios e intentar formar una “O” con ellos. Una vez se logre mantener así por 20 segundos, se vuelve a iniciar y se realizan 10 repeticiones al día.
- Rotación de cuello. Se puede realizar sentado o de pie. La columna debe permanecer erguida y debe llevarse la barbilla a uno de los hombros y luego, al otro. Se debe realizar un semicírculo mientras se pasa de un hombro a otro, pasando por el pecho. Es importante que los hombros estén ubicados en una posición descolgada para evitar lesiones. La recomendación es realizar 10 repeticiones diarias.
- Juego de las vocales. De pie y con la espalda recta, el objetivo es decir todas las vocales, de manera pausada y pronunciada, con la boca totalmente abierta y repetir varias veces por 2 o 3 minutos.
Es importante recordar que la papada no desaparecerá de la noche a la mañana. Es necesario combinar la práctica de ejercicio físico con buenos hábitos de alimentación con la idea de evitar el exceso de peso, que aparece como una de las principales causales de esta incómoda grasa.
Si la persona quiere buscar resultados más notorios y rápidos, lo mejor es buscar otros tipos de procedimientos, atendiendo recomendaciones de esteticistas y cirujanos plásticos.